REIGN OF TERROR

TREINTA Y CINCO- MADRE.

Cuando Aemond desperto encontro el otro lado de la cama vacio, tal vez recordaba vagamente lo que habia sucedido en la boda, pero su memoria no le fallaba cuando se trataba de lo que paso en su habitación y sonrió. Todo fue perfecto, a pesar de que no llegaron a algo más intimo, se habia deleitado con el sabor de sus labios y habian dormido en la misma cama... pero ¿Entonces por qué ya no estaba ahí?

Ninguno de los dos hablo del tema en los días siguientes, fue como si no hubiese sucedido. Aemond pensaba que Viserra estaba terriblemente apenada y tal vez sintiendose culpable, mientras Viserra pensaba que Aemond habia estado muy ebrio para recordar. En fin, si a caso tenian oportunidad de convivir entre torneos y fiestas, solo se veian en las noches para leer juntos e intercambiaban sonrisas cerca del fuego, pero ninguno muy valiente para hablar lo sucedido.

Cuando Aliandra y Daeron se fueron a Dorne, Viserra lloro toda la noche... sin Aliandra sus días serian muy solitarios, incluso ahora que tenia a Aemond, pero Aliandra prometio volver tan pronto el bebé naciera.

Las lunas giraron y todos estaban atentos a la llegada del bebé, incluso Lady Lelia habia decidido quedarse en Kings Landing para estar presente en el alumbramiento. Tener a su madre ahí tranquilizo a Viserra, era una compañia durante sus días y era el tercer plato cuando ella y Aemond cenaban.

Viserra estaba cansada, el vientre habia crecido demasiado, sus tobillos se hinchaban y le dolia la espalda, así que no podia montar en Meraxes, pero la fecha estaba cerca segun el maestre Orwyle, quien habia viajado con Lady Lelia, pues Viserra se rehusaba a que Gerardys la atendiera.

Y justo como cada tarde - pues Viserra ya no tenia la energia para ir hasta las rocas a ver el atardecer - Aemond entrenaba con Ser Criston y Jace, y Viserra observaba por un momento para luego ir a los jardines a caminar.

-Princesa - resono una voz detras de ella.

Viserra se giro de inmediato: era Lord Larys Strong, primo de su tío Valerion, un hombre extraño pero que siempre era amable con ella.

-Lord Larys - sonrio Viserra.

-¿El huevo pronto eclosionara?

Viserra rio entre dientes y se acaricio el vientre.

-En cualquier momento, segun dice el maestre Orwyle.

-Oh, si he notado el regreso del antiguo Grand Maestre - dijo Larys - pero no la culpo por elegirlo sobre Gerardys, despues de todo fue Orwyle quien la ayudo a llegar a este mundo ¿No es así?

Viserra asintio y comenzo a caminar acompañada del lord de Harrenhal.

-Lamento que nunca le di mis condolencias por el fallecimiento de su antiguo esposo.

-No se preocupe - agrego Viserra sin voltearlo a ver - era abrumador escuchar tantos "lo siento".

Hubo un pequeño silencio, bastante comodo para alcanzar escuchar a las aves cantar.

-Que tragica muerte - murmuro Larys.

Viserra se detuvo confudida por sus palabras, a Lord Larys le tomo un par de pasos darse cuenta que su acompañante se habia detenido.

-¿A que se refiere? - pregunto Viserra confundida.

-El principe Aegon era un hombre joven, esas cosas no le pasan a los jovenes fuertes y sanos.

Viserra comenzo a respirar agitada ¿Cómo es que el sabia que Aegon no murio de causas naturales? ¿Por qué traia el tema ahora? La verdad es que Viserra no habia pensado en eso desde aquella platica con Gargyla, las palabras le habian caido de peso y sentia el pecho apretado.