ONCE - MONTEDRAGON

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Nunca habia estado tan quieta, tan callada y apaciguada... sin berrinches, sin gritos, sin quebrar cosas o sin escaparse del castillo. Simplemente se quedo en sus aposentos, tendida sobre la cama mirando el techo por horas hasta quedarse dormida cuando el sol estaba en el punto más alto.

La realidad es que dentro de ella habia una tormenta de sentimientos, casi un huracan. La primera media hora penso en su padre ¿Que pudo haber hecho para que aceptara su compromiso con Aegon? ¿Que pudo haber hecho para evitar que esas palabras salieran de su boca? ¿Qué más pudo hacer para hacerlo sentir orgulloso justo como siempre - sin importar que - lo estaba sobre Viserion?

Después penso en Aegon, se sentia terrible, hasta unas lagrimas se le escaparon, la manera en que lo trato, lo hizo a un lado, especialmente cuando el joven solo queria ver que estuviera bien y despedirse para partir a la guerra... ¡La guerra! Su Aegon en una guerra y ni si quiera se quiso despedir apropiadamente de él. Los temores la alcanzaron pensando en mil cosas que podian pasarle al principe ¡Odiaba tanto pensar en Aegon! pero es que solo queria estar ahi con el y ayudarlo.

¡Ella debia estar ahí! Después de todo el plan fue su idea. Entonces sintio coraje: por Viserys y por no tener un dragón. Sin un dragon era "irrelevante", era igual de insignificante que las hijas del viejo rey y era como Aemond la habia llamado "patetica excusa de Targaryen" ¡Todos tenian un dragón! Incluso Amaela y Helaena tenian uno y eran debiles comparadas con ella... necesitaba un dragón, merecia un dragón porque era una Targaryen, por sus venas corria la sangre de dos reyes poderosos, dos reyes que montaron al dragón más grande de la dinastia.

Cuando todo oscurecio y los pasillos de la Fortaleza se volvieron silenciosos, Viserra se puso de pie para ir busca de la solucion a todos sus predicamentos: un dragón.

Esta vez no vistio sus arapos que siempre usaba para ir a Flea Bottom, esta vez se puso su traje para montar, el que usaba cuando subia a en Berserker (dragón de su padre) y a Valyron (dragón de Valerion) un traje negro con bordados rojos. Igualmente se escabulló para llegar a los establos y de ahí no paro hasta el pozo del dragón.

No iba a tomar a uno de los dragones de ahí, todos estaban vinculados con un jinete y el resto no eran más que crias insignificantes... si iba a convertirse en una jinete lo haria por todo lo alto, con un dragón que impusiera y transmitiera respeto y temor: Vermithor. No era el más grande del mundo, pero era tan grande como Berserker y Valyron.

Así que espero entre las sombras que creaban los muros del patio del Pozo de Dragón... paso media hora en la espera y escucho un aleteo y rugido aproximandose: era Valyron.

La bestia no era hermosa como Sunfyre, o grande como Vhagar y Meraxes, pero era temible, tan temible como Caraxes. Con sus escamas negras y membranas rojas, gozando de incontables colmillos enormes y afilados... muchos creían que era la rencarnación de Balerion El Terror Negro ... y era la montura del temible caballero Ser Valerion Targaryen-Strong.

El dragón descendio en los muros del patio, levantando polvo en sus ultimos alteos, pegó su pecho al suelo para que su jinete - en agiles deslizes y brincos - pudiera descender. Tan pronto Valerion puso un pie en el suelo, Viserra salio de las sombras.

- ¿Qué haces aqui? ¿No deberias andar por Flea Bottom? - pregunto Valerion con una leve sonrisa.

Viserra sintio un alivio al ver que su tío ya no estaba molesto con ella, ella si seguia un poco indignada por lo sucedido en el torneo, pero necesitaba a Valerion y su dragón.

-Necesito tu ayuda - dijo Viserra acercandose a Valerion.

Valerion sonrio seductoramente.

-Siempre, mi princesa - murmuro el caballero tomandola de la cintura y acercandola a el.

REIGN OF TERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora