REIGN OF TERROR

DIEZ - LAS TRES NOVIAS

Al ponerse de pie la joven Targaryen estaba muy perdida en sus pensamientos... seguia recapitulando lo ocurrido en los ultimos días: Valerion, Viserion, el rey, Aegon y sobre todo su padre. Ya no habia vuelta atras - y a pesar de que los nervios de vez en cuando la hacian dudar, Viserra sabia que no queria cambiar de decisión - Viserys ya habia escuchado su decision y pronto se le informaria al reino, así que Viserra estaba decidida a hablar con su padre antes que se enterara por otra persona, sobre todo hablar con su tío. 

Esa mañana se dejo bañar, vestir, peinar y atender por sus sirvientes sin ninguna queja o mal trato de su parte, tampoco es que las tratara con amabilidad, pero simplemente se limito a estar callada mientras las doncellas la atendian temerozas. 

Por casi ochenta años sus ancestros habian tratado de evitar mezclar su sangre con la descendencia de rey Jaehaerys I, por tantos años hubo rencor y discordia entre ambas familias... casarse con Aegon se sentia como una traicion que le quitaba el aire... pero tambien en ochenta años no habia nacido una mujer sana en toda su familia, ella fue la primera, ella rompio la "maldición" sobre su linaje y Viserra prefirio tomarlo como una señal.

La idea de un matrimonio con Aegon no le aterraba, y hasta añoraba tal cosa... simplemente cuando cerraba sus ojos podia sentir las manos del principe deslizandose por su piel, la manera en que le besaba el cuello y el placer que le provocaba para hacerla gemir así, y más alla de la intimidad tambien encontraba motivos para añorar casarse con el principe: la forma en que corrian por las calles de Kings Landing, las competencias para ver quien se bebia el tarro de cerveza más rápido y las danzas descordinadas en un callejon. Odiaba admitirlo en sus pensamientos, pero Aegon la hacia feliz... y queria ese sentimiento para toda la vida.

Viserra fue directo a la habitación de su tío, pero nadie respondio a su llamado... unicamente se encontro con los aposentos vacios, lo más seguro es que estuviera en Harrenhal visitando a su madre (Alia Strong), Viserra solo esperaba que llegara a tiempo para contarle las cosas.

Estaba a punto de ir la habitacion de sus padres, cuando vio a Ser Gwayne Hightower. 

-Le sienta bien quitarse la capa dorada de vez en cuando - bromeo Viserra. 

El caballero estaba de descanso, vistiendo el color verde su casa.

-Gracias, mi lady... el rey esta por dar un anuncio a la corte - advirtio el caballero. 

-¿Sobre qué?

-Me parece que de los Peldaños de Piedra.

Viserra suspiro aliviada, asumiendo que sus padres posiblemente ya se encontraban en el salón del trono, pero eso no importaba, porque Viserys unicamente hablaria sobre los Peldaños de Piedra y ella aun tendria tiempo para decirle a su padre. 

Al arribar al salón del trono - acompañada por el hermano de la reina - la joven noto lo abarrotado que estaba el espacio, no solo por gente de alta cuna, sino tambien algunos sirvientes del palacio se asomaban para enterarse de las nuevas. El salon se dividio en dos multitudes creando un pasillo hasta el trono de hierro. 

Viserra pronto se situo hasta el frente - justo detras de sus padres - y cuando llevo su vista a la escalinata que elevaba el trono vio a la familia real: Jace, Luke, Joff, Rhaenyra, Daemon, Helaena, Aemond, Aegon, Baela, Rhaena, algunos miembros del consejo privado y el rey subiendo a su asiento.

Pronto sintio una presencia llegar a su lado, por un momento penso - al ver unos cabellos oscuros - que se trataba de Valerion, pero unicamente se encontro con Lady Amaela con los ojos y nariz rojos del llanto, secando sus lagrimas con un pañuelo y agachando la mirada. 

-¿Qué sucede? - pregunto Viserra preocupada.

Amaela no contesto verbalmente y se limito a negar la cabeza. Viserra - sintiendose la hermana mayor de la jovencita - le tomo de las mejillas obligandola a mirarla al rostro.