SIETE- LA CALLE DE LA SEDA

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Tan pronto Viserra bajo del carruaje camino apresuradamente hasta sus aposentos, ahí ya le esperaban sus sirvientas listas para ayudarla a cambiarse a una ropa más cómoda, pero la joven iba echa una furia que su servidumbre - como de costumbre - no recibió un buen trato.

-Fuera - murmuro Viserra.

Las sirvientas si lograron escucharla, pero se quedaron paradas confundidas de su petición.

-¡HE DICHO FUERA! - grito Viserra iracunda.

No hubo necesidad de repetirlo, las tres sirvientas salieron con la mirada agachada y apresuradas. Viserra respiraba tan agitada como un toro, sentía el cuerpo caliente del coraje y tensaba tanto la mandíbula que por un momento pensò que se le quebrararian los dientes.

¿Como pudo Valerion hacer tal cosa? ¿Cómo pudo preferir a Rhaenyra antes que ella? ¡Ella era más bonita, más joven y osada! ¿Cómo era posible que su familia siguiera decepcionandola? Viserra estaba cansada de soportar tanto por la esperanza de que un día su familia la "rescatara" de los Targaryen de Kings Landing. Primero su padre le había dado la espalda al no hacer nada respecto a encontrar una manera de cancelar su compromiso, después Viserion la traiciono decidiendo comprometerse con alguien y ahora Valerion, el único que creía que estaría para ella por siempre.

De nuevo le gano la urgencia por huir, deseaba con toda su alma ser una jinete de dragón y volar lejos, tan lejos que nadie la volviera a verla en su vida, pero el pequeño detalle era que: no tenia un dragón, pero si tenia sus propias maneras de "escapar", aunque sea por un par de horas.

*

Gargyla y Viserra caminaban en las calles de Kings Landing - sin prisa alguna - mientras la joven Targaryen ponía a su amiga al tanto de lo ocurrido desde la ultima vez que se vieron. Gargyla escuchaba con atención las narrativas de su amiga, pero al mismo tiempo supervisaba como sus "moscas" llevaban la mercancía que recientemente le había llegado, algunos corrían hasta ella entregándole el pago de sus servicios.

-Bueno, ahora no hay duda que tu tío amancillo a la delicia del reino como se rumorea - dijo Gargyla alzando las cejas.

-Y no dudo que Jace tal vez sea su hijo - agrego Viserra - aunque mi tío lo niega.

-Puede ser, puede que sea de tu tío, puede que sea del antiguo Lord Comandante, pero de que es un Strong, es un Strong - agrego Gargyla.

-Casi lo olvido - Viserra se detuvo y busco entre sus bolsillos sacando el collar que uso en el banquete - lo quebré ¿Te sirve?

-Brilla ¡Pero claro que me sirve! - dijo Gargyla tomando la joya y metiéndola a sus bolsillos.

De nuevo se echaron a caminar.

-Bueno, ahora ¿Que piensas hacer? Creo que debiste de tomar la propuesta de tu tío cuando "estuvo sobre la mesa", ahora debe estar muy molesto para ofrecértelo de nuevo.

-Lo sè - renego Viserra - algo se me ocurrirá después.

-Tal vez no habrá tiempo para después - dijo Gargyla sonriente y con la mirada al frente.

Viserra pronto volteo a ver de que se trataba, al principio no vio con claridad - pues había demasiadas personas en la calle - pero después de unos segundos comenzaron a resaltar los cabellos plateados del príncipe Aegon.

Era bastante obvio que Aegon estaba ahí con la esperanza de ver a Viserra, y esta lejos de molestarse por su presencia sonrío al verle.

-Te veré luego, creo que esta noche alguien más requiere de tu compañía - dijo Gargyla con una insinuante sonrisa.

REIGN OF TERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora