TREINTA Y TRES - NOTICIAS DE ESSOS.

170 27 0
                                    

Era el decimo noveno día de la ultima luna del año, y ni si quiera los frios vientos del invierno podian hacer que Viserra dejara de visitar ese lugar rocoso donde acostumbraba ver el atardecer. El tiempo estaba pasando volando, como el más rápido de los dragones, y grandes celebraciones se aproximaban para cerrar el año de manera alegre, despues de tanta tragedia; Aliandra y Daeron estaban a horas de casarse y la Fortaleza Roja era una locura entre invitados, preparativos y la llegada de los Martell (así como sus más destacados abanderados).

Aliandra era una gran amiga para Viserra y ambas se adoraban, pero aun así Viserra decidio mantenerse al margen de todo lo que tuviese que ver con la boda, especial una que seria tan celebrada como fue la de Aegon y ella. Aun extrañaba a Aegon, aun lloraba por Aegon y aunque no lo demostrara tan facil su deseo de venganza seguia presente.

Su bebé estaba a dos lunas de nacer, su vientre no era tan grande como esperaba, pero aun así le cansaba y la hacia ir más lento, cosa que Ser Arryk agradecia pues Viserra era experta en perdersele de vista. En fin, Viserra no podia estar más emocionada de conocer a su bebé, Aemond le decia que seria una niña, que el estaba rezando por una niña y Viserra le contestaba que podia ser un dragón o lo que sea, ella solo estaba feliz de tener algo de Aegon.

-¿Vis? - resono la voz de Aemond con eco.

Viserra volteo hacia atras, confundida de escuchar a Aemond tan temprano, aun no oscurecia por lo que no era la hora habitual que el principe pasaba por ella. Segundos despues el principe paso la grieta por la que Viserra cruzaba a las rocas y aun así ella sonrió al verlo.

-Se que es más temprano de lo esperado - dijo Aemond - pero tenia que perderme de la vista de mi madre y Rhaenyra, estan locas con esto de la boda.

Viserra rio entre dientes, se giro para caminar a una de las rocas lisas y tomar asiento, tan pronto dio el primer paso Aemond se apresuro a tomarla del brazo y ayudarla a caminar.

-No me voy a resbalar - agrego Viserra al ver a Aemond tan preocupado.

Aemond insistia en que Viserra dejara que Ser Arryk la acompañara a las rocas, a ese punto de su embarazo un resbalon podia ser grave, pues cuando la marea subia las rocas se mojaban. Viserra se sento e hizo un gesto a Aemond para que el principe se le uniera.

-¡Vaya! - dijo Aemond con la vista en el horizonte - esto es lo que se necesita después de un fatidico día.

Viserra no dijo nada, pero su silencio le otorgo la razón a Aemond, permanecieron en silencio observando el cielo ir de naranja/rojo a los tonos azul oscuro de la noche. El aire era frio, por lo que Viserra le ofrecio a Aemond su frasada, pero el principe se nego y al ver la nariz roja de Viserra se acerco a ella para abrazarla por la cintura y ella recargo la cabeza en el hombro de Aemond.

-Solia venir aquí cada vez que teniamos un "desacuerdo" por no decir que intento de asesinato- Viserra volteo a ver a Aemond y el principe rio entre dientes - lo cual era muy seguido, no habia día que no estuviera aquí... después cuando llegaba ebria de las calles me gustaba venir a ver el amanecer, me gustaba imaginar que veria las alas rojas de Berserker aproximarse y mi padre me llevaria de regreso a casa.

-¿Tu tiempo aquí fue tan malo?

Viserra nego con la cabeza.

-Todo cambio después Aegon... el era divertido, amable, ocurrente y amoroso - Viserra regreso la vista al horizonte, Aemond todavia podia notar el pesar en la voz de Viserra - nuestro amor hizo que cada año que me vi forzada a vivir aqui valiera la pena.

-¿Puedo preguntar...- agrego Aemond y Viserra volteo hacia el - te gustaria regresar a vivir a Roca Dragón?

Por tanto años lo deseo, librarse de Viserys y su insistencia en casarla con uno de sus hijos, queria regresar a su hogar, con su padre y madre, tomar a Viserion como esposo... pero la llegada de Aegon a su vida fue como un "despertar" para darse cuenta que su familia no la trataba con el amor que ella anhelaba.

REIGN OF TERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora