Castiel podía ser un cabron a veces, podía ser despistado y hasta idiota pero conocía bien a Lysandro y sabía que algo le pasaba, lo llevaba observando varios minutos y albino tenía un aura de felicidad casi tangible mientras escribía línea tras línea en su libreta.
- A ver Lysandro ya es suficiente ¿Dime qué demonios te tiene así de contento?- explotó finalmente no aguantando su curiosidad.
El compositor dejó de escribir y miró al pelirrojo confundido.
- No sé de que hablas- respondió con una sonrisa de felicidad pura.
- No te hagas el tonto- reclamó el guitarrista- porque bien se que eres muy listo, dime ¿Por qué estás tan entusiasmado?
- En realidad no lo sé- y Lysandro no mentía, el no sabía porque esos últimos días se sentía tan entusiasta.
- Como sea, tarde o temprano me lo terminaras diciendo, así eres tu- concluyó el otro.
Guardaron silencio hasta que el albino se percató de algo.
- Cast, tengo un problema...
- ¿Y ahora qué?- preguntó exasperado el ojigris.
- Ya casi no me quedan hojas en la libreta- respondió con pena.
Castiel entonces comprendió que si era un problema, cuando Lysandro no podía dejar salir sus ideas escribiendo se volvía sumamente irritable.
- A la salida iremos a comprar una- indicó el guitarrista resignado.
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Sucrette caminaba por el pasillo cuando una voz a su espalda llamó su atención.
- Su espera.
- ¿Qué sucede Natt?- preguntó al voltearse y percatarse de quien era el que la llamaba.
- Su lamento estar molestándote pero necesito ir a comprar unas cosas para la sala de delegados al bazar, quería saber si a la salida si me puedes acompañar ya que tu eres buena en eso...
- Claro Natt, es una imagen más para mi colección.
- ¿Disculpa qué?
- Delirios míos- respondió la chica nerviosa.
- Bueno entonces te veo a la salida, gracias de antemano- término la conversación Nathaniel para luego marcharse a seguir con sus labores.
Sucrette regreso al aula dónde se encontró a Kentin siendo molestado por Alexy.
El castaño llevaba una escasa semana de haber regresado al instituto y desde ese día cada vez que podía el gemelo se le pegaba como chicle.
- Hola Su- la saludó sonriendo Kentin apenas la vio ingresar al aula.
- Hola Ken... Digo Kentin- se corrigió la chica.
- Suuuuu linda- saludó amistosamente Alexy.
- Hola arcoiris- le devolvió el saludó la castaña.
Sucrette se sorprendía de la paciencia que tenía el castaño respecto al hecho de que el otro lo acosara constantemente.
- Oye Su- la llamó Kentin algo sonrojado- ¿Quisieras ir por unas galletas de chocolate al salir de clases?
- Yo quiero galletas de chocolate- saltó el peliazul entusiasmado.
- Yo le pregunté a Su- aclaró el más alto pero fue completamente ignorado.
- Comeremos galletas hasta reventar- chillo feliz el ojirosa.
- Lo siento Kentin pero Nathaniel me pidió ayudarlo a comprar unas cosas en el bazar a la salida- se disculpó la castaña riendo un poco por la actitud del peliazul.
- ¿Nathaniel? ¿El rubio delegado?- indagó el ojiverde con molestia.
- Si, el mismo- corroboró la chica.
Kentin dejó salir un aura maligna que podía hacer retroceder a cualquiera, él no iba a permitir que ese delegaduchu se fuera a solas con su chica, aunque esta no supiera que era su chica.
- Yo también iré a ayudar- sentenció al final de forma que nadie pudiera siquiera intentar convencerlo de lo contrario.
- Wiii yo también voy- por su parte se autoinvitó Alexy.
- Supongo que está bien- acepto sin más opción Sucrette.
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Armin caminaba hacia la salida jugando con su PSP, estaba tan distraído intentando pasar al siguiente nivel que sin querer chocó de llenó contra alguien.
- Lo siento- se disculpó avergonzado pero se tranquilizó al darse cuenta de quién era la persona con la que había chocado- Lysandro- le saludó sonriendo.
- Armin- contesto el otro y se quedaron observándose en un cómodo silencio por algunos minutos, hasta que nuestro querido guitarrista favorito apareció.
- Lysandro ya nos podemos ir- interrumpió el pelirrojo- hey a ti te he visto antes con la tabla de planchar, digo con Su- dijo señalando al ojiazul- eres uno de los gemelos que llegaron hace algunas semanas ¿Verdad?
Armin se puso nervioso, no es que Castiel le hubiera hecho algo pero le recordaba a los chicos rebeldes de sus anteriores instituciones, justo del tipo que solían recurrir a los golpes.
- Yo... esto yo...- la voz del pelinegro tembló un poco.
Lysandro sospecho lo que le sucedía y decidió intervenir.
- Si Castiel él es Armin, uno de los gemelos maravilla y está nervioso porque a escuchado que tu secuestras gatos en tu tiempo libre- bromeó el albino tratando de aligerar el ambiente.
- Yo no secuestro gatos- chillo el pelirrojo avergonzado- solo escondí uno del delegado una vez y ya la manada de chismosos se inventaron un montón de tonterías.
Armin no pudo evitar reírse de lo absurdo de la conversación.
"Objetivo completado" pensó el chico de ojos bicolor al ver al otro más tranquilo.
- Hey Armin.
- ¿Qué sucede Lysandro?
- ¿Quieres acompañarnos a comprar una nueva libreta para mí?- preguntó el albino con timidez.
Castiel observaba la situación con curiosidad, Lysandro era su mejor amigo por eso lo conocía bien, por eso le pareció extraño que invitará al otro a venir con ellos pero decidió dejarlo pasar por el momento y averiguarlo luego.
- Claro me encantaría- respondió el ojiazul no muy seguro.
- Pues vámonos ya- ordenó Castiel adelantándose.
Sin embargo por circunstancias del destino en el patio del instituto se encontraron con los otros chicos que planeaban ir al bazar aquella tarde.
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El friki y el victoriano.
FanfictionArmin encuentra a Lysandro perdido un día en medio de la lluvia y decide ayudarlo, por consecuencia comienzan una extraña relación de amistad, todo esto mientras el pelinegro tiene que lidiar con la repentina distancia impuesta por su hermano y un p...