Castiel se encontraba dudando frente a la puerta de la sala de delegados, no tenía el coraje para entrar y hablar con Nathaniel.
"¿Y si vengo otro día?" Pensó nervioso "Si, esa es la mejor opción".
El pelirrojo estaba por irse cuando la puerta se abrió, el delegado y el quedaron frente a frente observándose sorprendidos, el guitarrista no podía creer la mala suerte que tenía y el rubio aún estaba avergonzado por su confección el día de la feria de música.
- Ho...hola...- tartamudeo nervioso Castiel.
- Hola- Nathaniel bajo la mirada apenado- su...supongo que estas aquí para firmar tus justificantes de ausencias.
- ¿Eh?- el pelirrojo estaba un poco desorientado pero decidió seguir la corriente- Ah claro, los justificantes, si vine por eso, por nada más.
"Es pésimo disimulando" pensó el delegado afligido.
- Toma asiento, me tomara algunos minutos buscarlos todos.
El guitarrista asintió y se sentó en una de las sillas de la sala, la habitación estaba ordenada perfectamente y tenía un olor a pino y comida para gatos.
"Huele como él" pensó el músico mientras observaba al otro de espaldas buscando los papeles.
- Aquí están- finalmente se volteo el delegado y le tendió los justificantes- cuando termines de firmarlos puedes dejarlos sobre la mesa- indico para luego intentar salir de la sala pero no pudo porque el otro lo tomo del brazo deteniendo su huida- ¿Castiel....?- Su voz se debilito al sentir el tacto del otro.
- ¿Tu... tu el otro día dijiste la verdad?- indago el guitarrista soltando el agarre que tenia hacia el otro.
El rubio de manera inconsciente comenzó a frotarse el brazo liberado con la mano, desviando la mirada avergonzado.
- Sobre que nunca escuchas mis razones, pues si es cierto- respondió intentando esquivar el tema.
- Sabes que no hablo de eso- el ojigris estaba muy serio.
- ¿Qué importancia tiene?
- Claro que importa idiota, si tú dices la verdad, Drebrah... ella...
- ELLA ES UNA MENTIROSA- finalmente exploto Nathaniel- la escuche hablándole mal de ti a su manager por eso invento todo eso, yo nunca intente seducirla, ella se me ofreció con tal de que me quedara callado.
El pelirrojo no lo podía creer, no comprendía cómo pudo estar tan ciego, todos se dieron cuenta de la clase de persona que era Debrah excepto él.
- ¿Por qué no me lo dijiste?- pregunto apretando los puños enojado, pero no estaba molesto con el otro sino que consigo mismo.
- Yo lo intente pero es difícil hablar cuando tienes un puño sobre tu cara- expreso con resentimiento el rubio.
El guitarrista no podía evitar darle toda la razón al delegado, el nunca lo dejo dar explicaciones, solo acepto la palabra de Debrah como absoluta verdad y no escucho nada más, se porto como un completo patán.
- Lo siento...- se disculpo realmente arrepentido- al final de cuentas el verdadero canalla fui yo, todo este tiempo tu intentaste aclarar las cosas y yo solo te insulte, lo lamento.
Nathaniel observo el arrepentimiento en los ojos del otro y se sintió triste al ver lo culpable que se sentía por el hecho de no haberle dejado defenderse, no le gustaba ver a Castiel de aquella forma pues aunque realmente se había comportado de mal aun lo quería.
- Podríamos... ya sabes...- comenzó a decir nervioso- podríamos intentar ser amigos, antes del problema con tu ex novia pensé en pedirte que lo fuéramos pero no se me dio la oportunidad.
- Entonces ¿Amigos?- pregunto el guitarrista tendiéndole su mano al otro de forma amistosa.
- Amigos- contesto el rubio tomando la mano que le ofrecieron.
El tiempo se detuvo por algunos segundos hasta que el pelirrojo rompió el contacto para preguntar algo que realmente deseaba saber.
- ¿Entonces tu y Arlett....?
- ¿Qué?- el delegado se sonrojo- No, no, Arlett y yo solo somos amigos, a mi... a mí me gusta otra persona...
- Ya veo- Castiel por algún motivo se sintió algo incomodo con esa respuesta.
El rubio al sentir la tensión en el aire decidió cambiar de tema.
- Sabes voy a tomar unas clases de batería con Lysandro y...
- A Lysandro le gusta otra persona, no puede gustarte, olvídalo en este instante- el pelirrojo sin saber porque se sintió muy molesto de un momento a otro.
- Idiota a mi no me gusta Lysandro.
- ¿A quién llamas idiota, secretaria?
- A ti cabeza de cereza.
- Rubia.
- Cabeza de periodo femenino.
Ambos terminaron discutiendo toda la tarde, pero ya no de forma hostil sino como un acto amistoso.
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El friki y el victoriano.
FanfictionArmin encuentra a Lysandro perdido un día en medio de la lluvia y decide ayudarlo, por consecuencia comienzan una extraña relación de amistad, todo esto mientras el pelinegro tiene que lidiar con la repentina distancia impuesta por su hermano y un p...