El friki y el victoriano.

Sexy e irresistiblemente peligroso

 Hay momentos en la vida en los que las personas se sienten muy orgullosas por que sus esfuerzos dan frutos, como cuando obtienen la nota máxima en un examen después de haberse desvelado estudiando o cuando se gana una carrera maratonica luego de meses de entrenar, justo así se sentía Armin en ese momento, orgulloso de haber entrenado para poder defenderse.

- Alfred suéltame en este instante- advirtió amenazador el ojiazul.

- No, no lo voy a hacer- se quejo el ojiplata de forma mimada abrazando con más fuerza al menor.

- Bueno tu te lo buscaste- dijo el friki para luego proceder a darle un buen rodillazo en la zona débil al más alto que quejándose de dolor lo libero finalmente.

Armin no sintió lastima por el peliplata, ya luego lidiaría con su mala conciencia, lo importante en ese momento para el era encontrar a Lysandro, por eso apenas se vio liberado del abrazo de este salio corriendo en busca del victoriano.

Mientras corría por el pasillo en busca de su objetivo se sintió como en un videojuego, Lysandro era su meta pero por lo enojado que se veía el albino al marcharse no sabía si era un entrenador pokemon a punto de ganar la liga o Mario a punto de encontrarse con el dragón final.

"Por favor que no me lance bolas de fuego" pensó angustiado siguiendo con su búsqueda.

*********************************************************************************************************************************************

"Estúpido universo" pensó Lysandro molesto mientras caminaba hecho una furia por el pasillo.

Era injusto, él había estado allí para escuchar a Armin como buen amigo, él lo había consolado cuando estaba triste, él era quien se había atrevido a declararse y quien realmente lo amaba, por eso no era justo que ahora llegara un tipo de quien sabe donde y lo abrazara con tanta confianza.

- ¿Pero que demonios estas haciendo Lysandro?- se riño el albino a si mismo aun más enfadado.

Huir no era una solución, era como dejarle en bandeja de plata a ese tipo el derecho de tener a Armin, debía devolverse en ese preciso instante y poner en claro las cosas, era SU Armin y punto, ya se lo dejaría claro a ese "mascachicle".

Justo cuando se volteo dispuesto a ir arrebatarle al ojiazul de los brazos se percato de que el friki venía corriendo en su dirección.

- Lysandro espe... espera...- habló el chico con dificulta mientras recuperaba el aire- maldición caminas muy rápido,- se quejo agitado parándose frente a él- lo que viste no es lo que parec.....

Armin no pudo terminar de dar su excusa por que fue acallado por los labios del albino sobre los suyos.

En algún momento el autodominio del victoriano se fue de paseo a Lysanlandia, lo único que quería era robarle el oxigeno al más bajo y marcarlo como suyo, estaba furioso, confundido, celoso y al mismo tiempo feliz de verlo corriendo hasta él en lugar de estar en los brazos del idiota de pelo gris, por eso sin pensarlo mucho había tomado el rostro del friki entre sus manos y le beso con pasión.

Armin por su parte estaba en shock, sentía la calidez de los labios de Lysandro reclamar los suyos de forma posesiva y a la vez muy dulce, estaba confundido, realmente muy confundido, más aun cuando el victoriano mordió su labio inferior en una suplica muda para que lo dejara profundizar más aquel beso, acto que el respondió brindándole el acceso.

Se sobresalto cuando sintió la lengua del más alto invadirlo y su cerebro le dio la orden inmediata de darle también una buena patada y alejarlo de un empujonazo, pero su cerebro fue deliberadamente ignorado por el resto de su cuerpo, ya que en lugar de alejar al chico de ojos bicolor, lo tomo por la camisa acercándolo aun más, luego cerro los ojos y se dejo hacer.

Después de lo que fueron unos cuantos minutos el victoriano supo que si no tomaban aire se iban a desmallar, por eso a pesar de realmente no quererlo rompió aquel tibio contacto.

El friki se veía confundido y avergonzado, sus ahora rojos e hinchados labios tenían un ligero temblor mientras observaba al más alto totalmente anonadado.

- Tienes exactamente un minuto para decirme quien es ese tipo- susurro de manera peligrosa el albino.

Armin parpadeo saliendo del asombro, entonces se percato del brillo furioso que salía de los ojos del mayor y lo peligrosamente seductora que se escuchaba su voz.

Definitivamente Lysandro enojado era un gran peligro, un muy sexy e irresistible peligro.

**************************************************************************************************

 Holis... Gracias por leer y comentar eso me entusiasma... Pronto abriré un face para administrar las paginas en donde escribo si les interesa después les mando el link.... Por cierto este capitulo me emociono...