Muuuy grande

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Alexy observaba preocupado a su hermano, el pelinegro parecía un niño explorador llevando consigo maleta gigante.

- No olvidaste empacar tu cama ¿Verdad?- le pregunto a su hermano con ironía, aunque realmente lo que quería era decirle que no se apartara de él todo el fin de semana.

- ¿Tengo que llevar mi cama?- chillo Armin tan nervioso que ni podía detectar el sarcasmo de su hermano.

- Solo asegúrate de no morir ¿Ok?- pidió el peliazul fingiendo exasperación.

Armin sonrió contento, el conocía a su hermano y era más que obvio que aunque pareciera burlarse de él, la verdad es que estaba muy preocupado.

- Tal vez algún día tú también quieras venir- comento en voz alta el ojiazul que realmente deseaba que Alexy interactuara con personas amables como lo eran Lysandro, Rosalya y Leigh.

Alexy solo lo miro directamente durante algunos segundos y luego se marcho a su habitación.

El pelinegro suspiro y espero en la sala hasta que escucho el timbre sonar, se levanto y arrastrando su excesivo equipaje abrió la puerta.

- ARMIN- grito Rosalya entusiasmada entrando de lleno a la casa para luego abrazarlo con fuerza.

- Rosa no debes hacer eso- replico Leigh.

- Es cierto Rosa no debes- Lysandro apoyo a su hermano algo molesto por la cercanía entre la albina y el friki.

- Si, no debes dejarte a Armin para ti sola, yo también lo quiero abrazar- comento el diseñador también estrechándolo entre sus brazos para gran sorpresa y disgusto del albino.

Rosalya y Leigh luego observaron a Lysandro esperando que aprovechara él también la oportunidad de abrazar al pelinegro, sin embargo el chico de ojos bicolor dejo pasar la oportunidad.

- Hola Armin ¿Listo para irnos?- pregunto con sonriendo al chico aun aturdido por los abrazos.

- Yo... esto... si- respondió el ojiazul mostrando su gran maleta.

- Min no creo que ocupes tantas cosas- comento Rosalya con ternura.

- Lo siento, es que nunca he ido de viaje con otras personas que no sean mamá, papá y Alexy- se disculpo el chico apenado por su inexperiencia.

"El es tan tierno" pensó la albina con ganas de abrazarlo de nuevo.

"Papá y mamá querrán adoptarlo" reflexiono el diseñador por su parte.

- Tranquilo, siempre hay una primera vez, te aseguro que lo disfrutaras- le intento calmar Lysandro provocando un sonrojo leve en Rosalya y Leigh.

"Esa frase tiene doble sentido" pensó la pareja de novios al mismo tiempo.

- ¿Dónde están tus padres Armin?- pregunto el diseñador una vez que logro superar lo dicho por su hermano- quiero hablar con ellos para que no se preocupen.

- Ellos no se encuentran, salieron a arreglar unos asuntos muy temprano pero dijeron que si les llamaba al llegar a mi destino no tenían problema alguno- respondió el chico entusiasmado.

"Y yo que quería conocer a los suegros de Lyss" se lamento mentalmente el mayor.

- Bueno será mejor que nos marchemos ya, papá y mamá están esperándonos.

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Armin tembloroso se abrazo a Lysandro con fuerza.

- Armin....

- Lyss... Lysandro...es la primera vez que yo...

- Tranquilo todo estará bien...

- Pero es muy grande...

- Bueno es una vaca se supone que sea grande- le intento calmar el albino.

- Pero es la primera vez que veo una tan cerca- chillo el ojiazul que abrazo más al otro cuando la vaca se movió.

Leigh y Rosalya que interpretaron el inicio de la conversación de manera completamente distinta se sonrojaron levemente.

- Tranquilo Armin- intervino el diseñador interrumpiendo la conversación- el ganado es muy manso, no te lastimara y si lo hace yo prometo defenderte- sentencio con su sonrisa de 50 quilates.

El friki sonrió agradecido pero Lysandro frunció el ceño.

- Ya la vaca se fue, tal vez ya puedas soltar a Lyss- comento la albina con burla.

- Si... lo siento- se disculpo el pelinegro menor soltando al otro, el chico de ojos bicolor quiso decirle algo feo a Rosalya pero no lo hizo porque él era un caballero.

- Bueno continuemos- sugirió Leigh comenzando a caminar de nuevo seguido por su novia dejando unos metros atrás a Armin y Lysandro.

- Armin...- le llamo en un susurro el albino.

- ¿Qué sucede?- respondió el chico aun algo nervioso por el ganado.

- No me molesta que me abrases.

El ojiazul se sonrojo ante las palabras del otro, ser amigo de un compositor como Lysandro a veces resultaba difícil, ya que sus palabras sonaban todas como una bonita declaración.

- Se que no te molesta pero parezco un niño refugiándome en brazos de alguien que me da seguridad, tengo que volverme fuerte por mi mismo- explico el chico decidido.

- Aun si te vuelves fuerte, si sientes la necesidad de comportarte como un niño ven a mí, no recurras a nadie más, solamente a mí.

El pelinegro miro al más alto sorprendido por sus palabras.

- Lo prometo- contesto finalmente agradecido.

El friki y el victoriano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora