El friki y el victoriano.

¿Quieres ser mi amigo?

Armin tomo aire antes de entrar a aquella construcción que le había indicado en la nota Alfred, estaba nervioso pero no por lo que pudiera pasarle a él, sino por lo que podía sucederle a Lysandro.
"Animo Armin, es solo Alfred no el dragón final de Mario bross" se motivo a si mismo y luego decidido entro al lugar.
Al entrar se encontró con una escena un poco extraña, Lysandro resignado y atado a una silla prestaba atención a Alfred que frente a él parecía explicarle algo con una pizarra.
"De acuerdo esto es raro" pensó frunciendo el ceño " Como sea, ahora necesito una frase genial para que noten que estoy aquí".
Decidido a hacer de su entrada algo espectacular, salio de nuevo del lugar y esta vez entro haciendo el máximo ruido posible para que se percataran de su llegada.
- Vengo por Lysandro y no vas a impedir que me lo lleve- dijo él usando tono de película.
- ¡Si Armin ya llego!- exclamo con voz chillona el peliplateado dando brinquitos mientras aplaudía- Cállate Alfred nos dejas en ridículo- se regaño a si mismo luego con una voz más seria que definitivamente era la de Willian.
El albino por su parte miró a Armin impresionado.
- Armin vete de aquí, llama a la policía no te preocupes por mi- le dijo el victoriano al ojiazul con preocupación en su voz.
Pero nada iba a impedir que el friki salvara al victoriano aquel día, ni siquiera Alfred y su locura.
- Alfred dame a Lysandro y prometo no tomar represarías- advirtió el pelinegro serio.
Sin embargo el ojiplata no estaba dispuesto a conciliar, saco un bate de quien sabe donde y se dispuso a noquear al friki con él.
- ARMIN CORRE- grito el chico de ojos bicolor desesperado.
Willian simplemente pudo haber logrado su objetivo si no fuera por un pequeño detalle, Armin no estuvo perdiendo el tiempo las ultimas semanas, él había entrenado y estaba preparado para un momento como ese.
Antes de que el peliplateado lograra llegar hasta él, el ojiazul hizo un ágil movimiento, se agacho y de una patada logró botar a su contrincante al suelo, luego antes de que el más alto pudiera recomponerse le quito el bate y se lanzo sobre él dejándolo inmóvil con una llave de lucha libre.
Lysandro que observaba todo aquello desde la distancia quedo con la boca abierta literalmente, no podía creer que su tierno y frágil Armin estaba dominando por completo a un tipo mucho más alto y en teoría fuerte que él.
Willian por su parte se revolvía bajo el pelinegro intentando librarse pero no lo conseguía, lo cual le provocaba gran coraje.
- Suéltame en este instante- masculló molesto de estar siendo vencido de aquella forma.
- No, no lo haré hasta que me digas que demonios quieres,- Armin más que molesto estaba irritado- no se del tal Willian pero conozco bien a Alfred y se que no es un chico malo, es algo pegajoso y molesto aveces pero nunca agresivo, así que quiero saber que diablos quiere ese psicópata de Willian con nosotros ¿Por qué es tan malo?
- Willian no es malo- defendió Alfred a su contraparte.
- ¿Ah no? Entonces como explicas que secuestrará a mi... a mi...- titubeó el gamer sonrojado- a mi amigo.
El peliplateado suspiró resignado.
- Willian solo quería que yo no estuviera solo,- confeso el chico ocasionando que Armin sintiera lastima por él y lo soltara- veras los demás solían burlarse de mi porque me gustaban los chicos y aunque Willian apareció para defenderme el no podía lidiar con el mayor problema que yo tenía....
- La soledad- termino por él el ojiazul que no imaginaba que hubiera sido sufrir acoso sin haber contado con su hermano para apoyarse mutuamente.
- Exacto, Willian se sentía inútil cuando yo me entristecía por estar solo, pero eso cambio cuando Alexy y tu aparecieron, al fin encontraba a personas que me comprendían y eso me hizo muy feliz. El tenía miedo de que se alejaran de mi y yo volviera a sufrir, por eso intento monopolizarlos pero surgió el efecto contrario, Alexy se asusto y ambos terminaron alejándose, dejándome de nuevo solo.
El friki se sintió mal por el chico, se vio a si mismo reflejado en él. Antes era desconfiado y se alejaba de todos exceptuando a su hermano, sin embargo eso cambio cuando conoció a Lysandro.
- Tonto, eres un completo idiota- respondió el ojiazul.
- Lo sé- acepto Alfred decaído.
- ¿Pero sabes por que realmente eres un idiota?
El ojiplata lo miro sin comprender.
- ¿Eh?-pregunto confundido.
- Porque no necesitabas hacer todo esto para que fuéramos tus amigos y nos quedáramos junto a ti, simplemente tenías que pedirlo y ya- le explico Armin sonriendole con amabilidad.
Los ojos de Alfred se cristalizaron y unas cuantas lágrimas amenazaron con salir de sus ojos.
- En...entonces ¿Pu.. puedes ser nuestro amigo por favor?- pidió con voz quebrada.
Armin se levanto del suelo y le extendió la mano para ayudarlo a levantarse.
- Claro que si, bueno eso si le pides perdón a Lysandro y a Alexy por asustarlos- le advirtió.
El peliplata asintió como un niño pequeño, acepto la ayuda del otro para levantarse y luego completamente sonrojado se volteó hacia Lysandro que escuchaba la conversación en silencio.
- PERDÓN POR TODO- grito y luego salió corriendo del lugar apenado.
Armin suspiro resignado y luego se acercó rápidamente a desatar al albino.
- ¿Donde diablos aprendiste a pelear así?- fue lo primero que pregunto el chico de ojos bicolor cuando estuvo libre.
- Me enseño Kentin- respondió luego de soltar una risita el ojiazul.
- Entonces solo era eso, vaya y yo muriéndome de celos por nada- confeso mientras se masajeaba las muñecas lastimadas por el amarre.
El pelinegro se sonrojo avergonzado ante la confesión del otro.
- ¿Estabas celoso de Kentin?- indagó desviando la mirada apenado.
Lysandro lo tomo por la barbilla con suavidad y lo obligo a mirarle directamente a los ojos.
- Moría de celos- respondió al final.
De nuevo esmeralda, dorado y zafiro se fusionaron como solo ellos podían hacerlo.
- Lo... lo mejor será que vayamos con Alex, el debe estar preocupado- sugirió Armin logrando romper el contacto visual.
Lysandro sonrió y luego se acercó al chico para besarle la frente con ternura.
- Gracias por salvarme mi ángel- le agradeció finalmente.