La lluvia, tu y yo...

3.4K 508 77
                                    

 Lysandro comenzaba a deprimirse, ya había intentado de todo para declararle su amor a Armin, le intento llevar chocolates pero se derritieron, escribió "TE AMO" en la pizarra pero cuando se volteo a decirle que lo viera algún desgraciado lo borro, lo intento mediante un poema pero por la expresión del menor cuando termino de leerlo supo que no lo entendía.

- Ya no se que más hacer- susurro depresivo.

- ¿Hacer con qué?- pregunto Leigh apareciendo de repente junto a él en el sillón de la casa.

- Con nada Leigh, con nada- respondió el albino que era consiente de que si le mencionaba su problema al diseñador a este se le ocurrirían ideas descabelladas.

"Como cuando se le confeso a Rosalya, aun hay pétalos de rosa pegados al techo de su casa" pensó recordando aquella locura cometida por Leigh y lo cerca que estuvieron de ser enviados a prisión.

- Bueno ya que no quieres tener una charla importante con tu hermano mayor- reprocho el pelinegro que sabía el otro ocultaba algo- , ve a la tienda y trae algo para hacer la cena.

- Querrás decir que para que "yo" haga la cena.

- Aun me vas a prohibir la entrada a la cocina- se quejo el mayor algo resentido- solo por una vez que vinieron los bomberos a apagar la cena que prepare para mi aniversario con Rosa y ya no confías en mi.

- Leigh yo si confió en ti pero madre fue la que me dijo que por tu propio bien te mantuviera alejado de todo lo que se refiere al arte culinario.

- No es mi culpa que la ropa sea más sencilla de hacer.

- Si, si, como sea, iré por los ingredientes para la cena- el chico de ojos bicolor se levanto y tomo su billetera y su chaqueta.

- Lleva un paraguas, va a llover- le indico el diseñador preocupado.

***************************************************************************************************************

Lysandro caminaba hasta la tienda más cercana cuando a lo lejos vio bajo la lluvia a la figura de una persona completamente empapada caminar por la calle con actitud desanimada.

- Armin...- murmuro sin poder creérselo al reconocer al ojiazul- ARMIN- grito acercándose rápidamente.

El pelinegro se detuvo y alzo la mirada cuando el chico de ojos bicolor se encontraba a tres metros de él.

- Hola Lysandro- le saludo sonriendo.

- ¿Qué haces aquí?- pregunto el albino extrañado ya que el chico vivía lejos de aquel sitio.

- Bueno seguí a una mariposa amarilla- respondía el más bajo con nostalgia.

El tiempo por un segundo se congelo, ambos chicos se percataron de que en aquel momento se encontraban reviviendo las circunstancias de como se conocieron.

Se encontraban bajo la lluvia, frente a frente, azul mezclándose con verde y dorado, la única diferencia era que ahora el empapado era Armin y el que poseía el paraguas era Lysandro.

- Esa es mi frase ¿Podrías no robártela por favor?- pidió el albino en broma.

- Lo sé- Armin sonrió con melancolía- pero me gustan tus frases.

La lluvia seguía cayendo lentamente pero ambos estaban inmóviles como hipnotizados por la presencia del otro, sin percatarse de nada más que de la existencia contraria.

- ¿Qué haces realmente aquí?- indago el chico de ojos bicolor preocupado.

- Salí a caminar y desee hablar contigo, no se porque pero sentí que realmente necesitaba verte- el ojiazul tembló un poco por el frío- luego comenzó a llover pero no quise detenerme, no pude detenerme.

Lysandro soltó su paraguas al suelo, no le importaba mojarse, no le importaba adquirir un resfriado, no le importaba nada en aquel momento que no fuera él, el chico bajo la lluvia.

- Te amo- dijo finalmente el victoriano.


El friki y el victoriano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora