El friki y el victoriano.

El secreto de la libreta

"El azul de sus ojos

conmueve mi alma

acelera mis latidos

perturba mi calma.

 

 La sonrisa en sus labios

a mi cuerpo provoca

el deseo de querer tocarlos

volviendo a mi mente loca.

 

 Y me siento enloquecer

sin entender estos sentimientos

que en mi pecho siento crecer

tan rápido como corren los vientos."

 Violetta se sonrojó sin poder evitarlo al leer aquél escrito, unos minutos atrás cuándo encontró una libreta en el piso supuso que era de Lysandro pero al ver que la portada de la misma tenía un dibujo muy colorido no estuvo segura y decidió abrirla para buscar el nombre del dueño, sin embargo lo que se encontró fueron muchos escritos dedicados a una persona de ojos azules y cabello negro.

Ella no era chismosa pero aquellas palabras eran tan hermosas que sin querer se vio sumergida en la libreta leyendo página tras página.

- VIOLETTA- escuchó que la llamaron a lo lejos y al voltearse pudo notar a Armin correr hacía ella.

- Armin ¿Qué sucede?- preguntó la chica con su tranquila voz de siempre.

- ¿No has visto una libreta con una portada de pikachu? Es parecida a la que tienes en las ma...- el ojiazul se cayó al reconocer la libreta.

- ¡Ah! Si- la chica se sonrojó devolviendo la libreta- la abrí para buscar el nombre del dueño- se excusó al tiempo que pensaba que Armin era algo narcisista al escribir de esa forma sobre sí mismo, porque era evidente que él era la inspiración para aquellos escritos.

- No te preocupes, de todos modos no creó que Lysandro escriba planes malignos o algo así en ella- bromeó el ojiazul.

 Violetta deseo decirle a Armin que abriera la libreta y leyera esas palabras que definitivamente iban dirigidas a él pero con gran fuerza de voluntad se contuvo.

- Tienes razón- respondió sonriendo de forma nerviosa.

- Bueno iré a devolvérsela- el pelinegro se volteó para irse pero sin querer chocó con alguien que estaba detrás de él.

- Lo siento...- se disculpó pero al observar bien contra quién chocó se quedo en shock.

 Una persona de cabello purpura y ojos verdes lo miraba con timidez, era igual a Violetta nada más que era un chico y en lugar de llevar los instrumentos de dibujo como ella, llevaba consigo lo que parecía ser un estuche de violín.

- No...no..., fue mi culpa- habló finalmente la copia masculina de la dibujante con una voz igual de baja que la misma.

 Armin observó a Violetta y al chico una y otra vez sin entender que pasaba allí.

- Arlett- dijo finalmente la chica abrazando a su copia casi exacta.

- Violetta te extrañe mucho- respondió el chico al corresponder el abrazo.

- Esto yo...- Armin quería que alguien le explicará.

- Ah, es cierto- la chica soltó al pelipurpura y miro al ojiazul- tu no lo conoces porque llegaste hace unas semanas, el es Arlett mi hermano gemelo, se fue al extranjero unos meses para estudiar música- explicó la chica con alegría de tener a su hermano de vuelta.

- Mucho gustó, yo soy Armin- se presentó el mismo con educación.

- Me gusta tu libreta- contestó el chico señalando el objeto entre las manos del pelinegro.

- ¡Es cierto, la libreta!- el chico salió corriendo- fue un placer Arlett, hasta luego Violetta- alcanzó a gritar para despedirse.

- Que persona más curiosa- le comento Arlett a su hermana una vez que estuvieron solos.

 Violetta solo asintió dándole la razón.

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 Lysandro estaba por darse por vencido cuando Nina apareció junto a él.

- No pude encontrar tu libreta- la chica estaba estresada- seguro un acosador la robó.

 

 "Tú eres la única acosadora que conozco" pensó el albino para sí mismo.

- Tranquila Nina, Armin la va a encontrar- le respondió completamente seguro.

- ¿Y que tiene ese tal Armin que no tenga yo como para encontrar tu libreta?- indagó la chica molesta.

- Armin es especial- fue la simple respuesta del cantante.

 Nina iba a indagar más pero en eso el mismo pelinegro se acercó corriendo.

- Lysandro la encontré- dijo una vez estuvo frente a ellos.

 La chica observó la libreta y sonrió con arrogancia.

- Se nota que no conoces a Lysandro, esa por supuesto no es su libreta, el nunca usaría una con dibujos infantiles y estúpidos, sus amigos de verdad sabemos que a él no le gustan esas cosas- dijo sonriendo con maldad.

 Armin se sintió fatal, él le había sugerido la libreta al albino porque pensó que le gustaría pero por lo que decía esa niña comprendió que no era así, el chico de ojos bicolor solo la había comprado para no hacerlo sentir mal.

- Lo siento Lysandro- se disculpó entregándole la libreta al mismo para luego salir corriendo.

- ¿Ese chico es tonto o qué? Ese cuaderno ridículo definitivamente no es tuyo- se jactó la chica una vez que estuvieron solos.

- Esta es mi libreta- el albino la miró enojado- me gusta tal y como es, así que te pido que nunca vuelvas a llamarla ridícula.

- Lysandro...- susurró la chica impresionada por la actitud hostil del otro.

- Vete a casa Nina, siento que si te veo un segundo más dejaré de ser un caballero y te pondré en tu lugar- indicó el albino para luego dejar a la chica sola y correr a buscar a Armin.