Armin pocas veces se había quedado sin palabras en su vida y esa era una de esas extrañas veces, Lysandro le había succionado la cordura por la boca dejándolo completamente desubicado de su plano existencial.
El albino por su parte aunque estaba consiente de que no estaba siendo razonable aun se sentía muy molesto como para aceptar la falta de respuesta del friki congelado entre sus brazos.
- Armin...- susurro de forma sexy y amenazante el victoriano- ¿Quien es ese tipo?
El pelinegro hasta aquel instante pudo salir del trance en el que lo había dejado el beso y regresar a la realidad, una realidad algo atemorizante si consideraba que tenía a un muy enfadado albino frente a él exigiéndole explicaciones.
- Yo... Esto... Alfred...- tartamudeo lo primero que se le vino a la cabeza y luego se sonrojo al darse cuenta que Lysandro aun lo tenia aferrado- te... te lo explicare pero ¿Podrías darme espacio por favor?- rogó el ojiazul con voz temblorosa.
El compositor a regañadientes lo soltó pero no cambio su mirada seria e interrogante.
- Necesito explicaciones Armin, dijiste que yo era especial y de un momento a otro aparece un tipo cualquiera y te abraza como si tuviera todo el derecho ¿Acaso todo fue una mentira?- pregunto el albino dolido.
- No, no fue una mentira, te lo juro Lysandro, tu... tu si eres especial para mi...
Algo dentro de Lysandro se volvió cálido y en otro momento hasta habría celebrado las palabras del ojiazul pero estaba enfadado y quería, no, no quería, necesitaba explicaciones sobre el tal Alfred.
- Entonces ¿Quien es él?- pregunto mirando al friki seriamente
Armin estaba a punto de fingir un desmayo para evitar la incomoda conversación pero justo en ese momento una distracción caída del cielo llego a su rescate.
- AGÁRRENLO- se escucho un grito a lo lejos.
Ambos voltearon a ver hacia la dirección de la que provino el grito, por el pasillo se veía a Kiki corriendo a todo lo que daba hacia donde estaban.
"Bendito Kiki" pensó el ojiazul pensando en que tendría una excusa para evitar la conversación sobre Alfred, sin embargo para sorpresa suya Lysandro le dirigió una mirada tan amenazante al perro que en un instante se detuvo y quedo sumisamente sentado frente a ellos.
- ATRA...penlo- apareció diciendo por el pasillo también una agitada Sucrette que al ver al escurridizo perro de la directora quieto se sorprendió- ¡Oh vaya! Parece que ya lo tienen- comento extrañada.
Lysandro entonces tomo al animal en brazos y se lo paso a la chica en un dos por tres.
- Aqui esta, llevaselo a la directora- le dijo a la castaña mientras sonreía de una forma que no admitía réplicas.
- Si señor- respondió la chica a la cual Kentin ya le había pegado un poco lo de seguir ordenes.
- Yo te acompa...- se intento ofrecer Armin pero Lysandro no pensaba darle oportunidad de huir.
- No, tu vienes conmigo- ordeno el compositor tomándole de la mano para luego arrastrarlo consigo quien sabe a donde.
Solo en ese momento, viendo a Su congelada en medio del pasillo con el endemoniado Kiki en brazos, mientras él era jalado de la mano por el victoriano, Armin supo que no tenía escapatoria de aquella situación.
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Cuando llegaron a la azotea Lysandro finalmente le soltó la mano y lo dejo en libertad, Armin pensó que el albino volvería a dirigirle una mirada enojada, sin embargo para sorpresa suya él hablo aun dándole la espalda.
- ¿Quién es él?- pregunto con un tono que más que furioso sonaba dolido.
- Es complicado- respondió el friki sintiéndose mal por el hecho de que el otro ya ni siquiera quería verle la cara.
- ¿Ustedes tuvieron algo?- indago el victoriano aun sin voltear a verle.
El ojiazul se sentía fatal, era obvio que el albino no solo estaba enojado sino que además estaba triste y desilusionado, y eso era algo que él no soportaba, para él Lysandro era muy especial.
- No, te juro que no, es un caso extraño, es un antiguo compañero de instituto, él era pegajoso pero también una persona amable y nunca me trato mal, pero por algún motivo Alexy me dijo que no debía acercarme a él y al verlo por primera vez poner distancia de alguien por voluntad propia le obedecí sin pedirle razones, pero eso es todo, yo ni siquiera llegue a ser su amigo realmente, solo que me da un poco de pena hablar de eso porque me recuerda las cosas que sufrimos antes Alex y yo,- explico apesadumbrado- tu eres mi primer amigo real, por eso eres tan especial para mi.
El silencio reino entre los dos, el ojiazul se sintió mal de que Lysandro aun no se volteara a mirarle y deseo más que nunca poder sentir esa curiosa mirada bicolor suya posada sobre él.
- Armin...- le llamo entonces el victoriano.
- ¿Si?- respondió él nervioso.
- Lo siento- contesto para gran sorpresa suya el albino.
El friki no comprendió de que hablaba y se sintió tan confundido como un camello en el polo sur.
- Yo...- el compositor se volteo al fin y le miro con expresión culpable- siento haberte besado sin permiso.
El corazón de Armin se acelero de manera peligrosa, Lysandro frente a él se encontraba completamente sonrojado y sus ojos parecían al borde de las lagrimas, solo entonces comprendió que ese era el verdadero motivo por el cual el albino no quería verle directamente a la cara, se sentía avergonzado por actuar de manera tan impulsiva.
- No... no pasa nada...- le respondió nervioso- aunque si te soy sincero me sorprendió mucho- acepto sintiéndose sonrojar también.
- Lo siento, yo no soy así, es solo... es solo que cuando se trata de ti.. todo lo que no seas tu pierde significado, hasta mi propio sentido común.
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Ustedes votan para el próximo capitulo ¿Beso o no beso?
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El friki y el victoriano.
FanfictionArmin encuentra a Lysandro perdido un día en medio de la lluvia y decide ayudarlo, por consecuencia comienzan una extraña relación de amistad, todo esto mientras el pelinegro tiene que lidiar con la repentina distancia impuesta por su hermano y un p...