Capítulo 63.

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-La taza y la llamada

Es 21 de diciembre, a las 12:15. El día amanece tranquilo, nublado. El frío navideño inunda las calles de Madrid. El día de Navidad, el muy esperado día, se acerca.

Cris llama a su novio. No le apetece quedarse a comer en su casa, tienes ganas de ver a Rubius. Es como si lo echara de menos. Pero eso es el amor, al fin y al cabo. La necesidad del cariño del otro, el echarlo de menos aun habiéndose visto el día anterior.

-¿Sí? –responden al otro lado de la línea. La voz de Rubius se encuentra ronca, señal quizás de que se acaba de despertar.

-Dormilón... -susurra Cris, casi inaudiblemente. A continuación, añade alegremente-: ¡Hola, buenos días!

-¡Ah, Cris, eres tú! Hola.

-¿Qué pasa, que lo de no mirar quién te llama se ha vuelto costumbre?

-No, no. Es que me acabo de despertar.

-¿Te he despertado yo?

-No, qué va. Andaba salseando en Twitter. Bueno, ¿querías algo?

-Sí. ¿Quieres venir a comer conmigo hoy? Es que me apetece verte.

-Ya, bueno, y a mí..., pero...

-¿Pero...? –Los ánimos de Cris se van fundiendo poco a poco.

-Tengo que hacer unas cosas, creo que ya te comenté algo ayer.

-Sí, es verdad... -asiente Cris, a pesar de que realmente no recuerda que se lo haya dicho. ¿Estará perdiendo memoria?

-Nos vemos a la tarde, si quieres.

-Humm, no sé si podré... -Ahora es Cris la que se niega, con todo el dolor del mundo-. Creo que van a venir algunos familiares a visitarnos.

-¡Pero si todavía no es Navidad!

-Ya ves. Visitas adelantadas.

-Suena a coñazo, hipster. –Y ambos sonríen en los dos lados de la línea-. Bueno, te dejo, me tengo que ir.

-Nos llamamos luego, ¿eh? ¡Ojalá me libre de reuniones aburridísimas!

Y, tras un par de comentarios más sobre lo poco entretenidas que resultan las reuniones familiares, ambos se despiden. Cris cuelga algo extrañada. ¿Qué serán esas cosas que tiene que hacer Rubius? No quiere preocuparse, pero es casi inevitable. Si es que el chico no le ha dicho nada sobre ellas. Raro.

Un mensaje la sobresalta. Es Iris.

Iris: ¡Rubia! ¿Estás ocupada? ¿Te vienes conmigo a tomar algo por ahí?

Cris sonríe, aliviada. Al menos podrá salir, y con una gran amiga, además. Se centra en el teléfono y teclea a toda prisa:

Cris: ¡Claro que me apetece! Estoy aburridísima.

Y su respuesta no tarda en llegar.

Iris: Perfecto. Te paso a recoger en nada, estoy al lado de tu casa.

Cris: ¿Llamamos a Sof?

Iris: Está "ocupada" con Cheeto.

Cris ríe en su habitación. Lo de esos dos va para largo. Iris y Sof se conocieron un día que quedaron para tomar unos cafés. Ambas chicas se cayeron bien de inmediato y Cheeto también simpatizó mucho con Iris. Y esta última se dio cuenta enseguida de lo mucho que se amaban Cheeto y Sof. Y desde aquel día ambas chicas se llevan muy bien, hasta el punto de contarse muchas cosas y de profundizar muchísimo en su amistad.

La gamer del Starbucks (Fanfic Rubius) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora