Capítulo 39.

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-Sentimientos no correspondidos y sentimientos nuevos.

A la mañana siguiente, día lunes, amanece con calor. Puesto que están a finales de Junio y a principios de verano es algo más que razonable.

En casa de Rubius, Cris duerme abrazada a su chico. Están en la cama de él. Una ligera luz entra por la ventana, la cual está entreabierta. Pero parece que ninguno de los dos es consciente de ello. Duermen plácidamente, disfrutando del contacto de sus cuerpos.

La noche pasada cenaron unas hamburguesas que preparó Cris con algo de carne que tenía Rubius por ahí. Después de cenar no se entretuvieron mucho, ya que al siguiente día (es decir, hoy) Cris tenía que madrugar. Y así ocurre.

El despertador del móvil de Cris suena a las 6:30. A pesar de que las clases empiezan a las 8:15, Rubius vive más lejos de su instituto que ella misma, así que la noche pasada decidió poner el despertador media hora antes.

Cris nota el ruido y aprieta los ojos. Gruñe, notando como los brazos de Rubius la rodean. Sabe que él la tiene que acompañar (así se lo prometió), así que, con cuidado, se deshace de los brazos del chico y le susurra a la oreja:

-Buenos días, princeso.

Él gime por lo bajo y Cris sonríe, aún algo dormida. Está en pijama, el que se trajo el día pasado. Y Rubius lleva una graciosa camiseta de un champiñón de Mario Bros y, por debajo, tan solo lleva los bóxers.

Traviesa, Cris se levanta de la cama intentando hacer el menor ruido posible. Coge su móvil sigilosamente, lo desbloquea y va a la biblioteca de música. Selecciona un tema que tiene como nombre "Ai que bonito que eh mi Willyreh". Intentando contener la risa, sube el volumen al máximo y pone la canción. Coloca su móvil al lado del oído del chico. Comienza a sonar la voz del mismo Rubius, acompañada de la de Mangel y algún que otro youtuber. La canción es en realidad una grabación que él mismo le pasó una vez por WhatsApp. Le va a servir de algo, al parecer.

Cuando el chico percibe el fuerte sonido que llega muy cerca de su oreja izquierda, pega un bote muy asustado. Se frota los ojos y no logra distinguir nada más que una sombra.

-¿Wtf? –exclama, incorporándose y apoyando los codos sobre la cama.

Cris, intentando contener la risa, enciende la luz. Los ojos tanto de Rubius como de Cris se adecúan a la nueva iluminación y, cuando lo hacen, la chica estalla en carcajadas.

-¡Tendrías que haberte visto! –grita, sujetándose la tripa.

-Te mato –susurra Rubius, pasándose la mano por su alborotado pelo.

Mira el despertador y sus ojos casi se salen de sus órbitas. ¡Las 6:31! ¿Qué ser normal y corriente se despierta a esas horas?

-Madrugar es una de las etapas más duras del estudiante, amigo mío –filosofa Cris, como si hubiera leído los pensamientos del youtuber.

Él le regala una ligera sonrisita y se sienta en la cama. Se estira y, a continuación, observa a Cris. La chica está rebuscando algo en su mochila. Probablemente ropa. Que mona está, con el pelo alborotado y con cara de dormida. Le resulta adorable.

-Pantalones, camiseta, chaqueta, ropa interior. Tengo todo –asiente Cris, mientras cierra la mochila con el contenido sacado de ella en una de sus manos.

-Ey, mola la camiseta –comenta Rubius.

Ella sonríe. En el centro de su camiseta pone una conocida frase de una serie también muy conocida. "I am the one who knocks". Si seguís (o seguíais, más bien) esa serie, sabréis a cuál me refiero.

La gamer del Starbucks (Fanfic Rubius) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora