Capítulo 15.

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-Tenemos que hablar.

Rubius y Cris caminan hacia la casa de la chica. Son alrededor de las 16:00. Antes de ir directamente a casa de Cris, han decidido dar un pequeño rodeo. Para dar un mini paseo, digamos.

Os diré una cosa. Cualquier persona podría decir que estos dos jóvenes son novios. Es más, actúan como tal. No se dan besos, ni se abrazan mucho, ni caminan cogidos de la mano y menos hacen "otras cosas". Pero han ido a comer a un restaurante, dan paseo muy juntos... Una pareja normal también lo haría. Se sienten muy a gusto el uno con el otro. Pero no son pareja. Todavía.

Rubius ya ha recuperado su "humor normal". Está menos borde que cuando se han despedido de Christian. Él mismo se está dando cuenta de que desde que conoció a Cris sus sentimientos, esos que llevaban escondidos un tiempo, han vuelto a aparecer. No sabe si lo que siente es amor, puesto que conoce a Cris de apenas dos días. Pero... Incluso se han besado. Y aunque no lo aparente, ese hecho está todo el rato rondando su mente. Sus sentimientos le recuerdan a una montaña rusa: subir, bajar, subir, bajar. ¿Hace cuanto que no sentía eso? Desde Natalia. Esa chica de mechas rosas que cambió su vida por completo. Por completo. Se enamoró completamente de ella. Y... Su mayor depresión ocurrió cuando cortaron. Fue muy duro, pero tuvo que hacerlo. Él dio el primer paso. Sentía que algo fallaba en esa relación (como por ejemplo que ella era un poco puta).

Cris no para de darle vueltas a ese estúpido y dulce beso. ¿Por qué se han besado? Joder, puto amor. ¿Está ella enamorada de él? A ver las cosas van demasiado rápido. ¡Hace dos días que se conocen! Cris sacude la cabeza y dice:

-Bueno y... ¿Qué se siente siendo tú?

-¿Cómo? -dice Rubius sonriendo de lado y levantando una ceja.

-Que qué tal llevas eso de la fama y tal... Siempre me lo he preguntado...

-Ah, eso -él sonríe con tristeza- para qué mentir. No muy bien. No me acostumbro a esto de ser alguien que ejerza tanta influencia sobre otro alguien.

-Explícate -le pide ella.

-Es simple. Basta que diga que a Ust le gustan las chicas con el pelo rosa, para que muchas de mis criaturitas hembras se tiñan el pelo de ese color. O figúrate que digo que me ponen las hipsters... ¡Oh no! Todas se volverían como tú... -dice Rubius poniendo cara de terror.

-Estúpido...

-Bueno, pues eso. Sé que soy el ídolo de mucha gente y bla bla blá. Y no niego que eso esté bien. Pero hay gente que se pasa con eso del fanatismo y se toma todo lo que yo digo en serio... En plan, Rubelangel... -Rubius baja la mirada.

-Oh, sí. A nada que Mangel y tú os miréis, explota Tumblr.

-Ahí le has dado -dice él, sonriendo tristemente.

-Y eso no será para nada cómodo ¿no?

-Ni te lo imaginas.

-Ni me lo quiero imaginar.

Continúan hablando acerca del fanatismo, la fama... Temas en los que los dos comprueban que el uno tiene la misma opinión que el otro. Son bastante iguales, Cris y Rubius. Muchos dirían incluso que pegarían como pareja.

Llegan al portal de Cris y se detienen. Rubius sonríe y mira a Cris.

-Aquí vives ¿no?

-Como si no lo supieras -le contesta ella guiñándole un ojo.

Rubius se sonroja muchísimo y baja la mirada. Cris se ríe y le da un beso en la mejilla, muy cerca de los labios.

-Adiós, í d o l o -silabea Cris mientras sonríe.

La gamer del Starbucks (Fanfic Rubius) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora