La gamer del Starbucks (Fanfic Rubius) [EDITANDO]

Capítulo 22.

-Rumores.

Cris: ¿Dónde te metiste ayer, Rubius? Mis amigas te estuvieron esperando ilusionadas... Menudo chasco que se llevaron :/

Cris le manda ese mensaje a Rubius. Es martes. El día pasado, ella y sus dos amigas estuvieron esperando a Rubius más de media hora en casa de Cris. Pero, a pesar de que Cris lo llamó, el joven no dio señales de vida. Sus amigas se entristecieron muchísimo y Cris se enfadó un poco con Rubius.

Rubius: No me apetecía ir.

Cris lee atónita la respuesta del youtuber. ¿Pero qué...?

Cris: ¿Perdona?

Rubius: Lo que lees.

Cris: ¿Insinúas algo?

Rubius: No :)

Cris: ¿Qué te pasa conmigo?

Rubius: ¿Y a ti conmigo?

Cris: ¡Qué me va a pasar contigo, si eres mi ídolo!

Rubius: Excusas... Las odio ¿sabes?

Cris: No es una excusa >:( Eres mi ídolo.

Rubius: Me parece bien :)

Cris respira agitada mientras acelera el paso. Son horas tempranas por la mañana y se está dirigiendo al sitio de siempre donde ha quedado con Sandra y Sof. Sus dos amigas ya la están esperando y están ansiosas por descubrir el porqué de la ausencia de Rubius ayer.

-Hola, chicas –dice Cris con mirada triste.

-Holiiiii –Sandra la abraza, pero Cris no está por la labor.

-¿Estás bien, cielo? –le pregunta Sof, dándole un beso en la mejilla.

Cris suspira y les enseña la conversación de hace unos segundos con Rubius. Ellas leen el texto de la pantalla atónitas.

-¿Pero what the fuck le pasa? –pregunta horrorizada Sof.

-Yo no sabía que fuera así de borde... -suspira Sandra. La chica siempre ha tenido una imagen brillante de Rubius y verlo, o mejor dicho, leerlo así de borde le ha sentado mal.

-Pero es que no lo es... -Cris mira hacia arriba- es un tio majísimo, no sé... ¿Qué he hecho mal?

Sus amigas la intentan animar. Pero nada sirve.

Y durante las horas siguientes de clase, Cris se limita a apoyar la cabeza en su mano y a pensar en él.

En su sonrisa. En ese hoyuelo en la mejilla derecha que tiene. En sus ojos marrones verdosos... En su forma de hablar y en su acento noruego-madrileño. Piensa en él. Es perfecto...

Y por algo que ni siquiera sabe lo que es, lo está perdiendo. Es más que evidente que está enfadado con ella. Quizás le ha molestado el hecho de que le pidiera ir a su casa... Quizás le exige demasiado. Probablemente él tenga más amigas, mucho mejores que ella. Y simplemente, Cris le exige demasiado y a él le agobia su presencia.

Cris suspira mientras el timbre suena. Solo ha pasado una hora. Y otras cinco que le quedan para que se pueda ir a casa y comerse la cabeza sobre el tema en su cuarto.

Mientras tanto, en un piso algo alejado del centro de Madrid Rubius se tira sobre su sofá.

Enciende la tele (algo raro ya que no suele verla mucho) y observa la pantalla. Pero para nada presta atención a lo que están dando por la "caja tonta".