Capítulo 42.

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-El viaje.

Junio toca su fin rápidamente. En seguida llega julio, el caluroso julio, dando paso a un verano que promete ser un verano diferente.

Las clases por fin acaban. El último día, el de la graduación, se convierte en un día muy especial, en el cual todos los alumnos disfrutan despidiendo el instituto de una vez por todas.

Es el día doce de julio. El día en el que Cris, sus amigas y los youtubers van a ir, por primera vez a casa de Cheeto. Estarán allí del doce de julio al uno de septiembre, así lo han planeado.

-Cariño, ¿has metido el cepillo de dientes?

-Sí, mamá –le contesta Cris a su madre resoplando.

Nieves asiente conforme y da la vuelta para salir de la habitación. Cris observa su maleta, la cual está a tope. Sonríe. Que ganas de ir con los chicos a esa casa... Se lo pasarán en grande, está segura.

Con gran dificultad, cierra la maleta. Han pasado tantas cosas esos últimos días...

Decide no pensar y darse prisa. Los chicos ya la estarán esperando abajo, no quiere hacerlos esperar.

-¿Llaves? ¿Móvil? ¿Compresas? –le pregunta su madre, volviendo a entrar en la habitación.

-Sí, mamá. Llevo todo.

Su madre asiente y se queda mirando cómo su hija baja la maleta de la cama. Cris tira de la maleta rumbo al pasillo. Pasa al lado de su madre y le dice:

-Mamá, dame dinero. No sé si llevaré suficiente.

-Ai, es verdad. Lo siento. Te vas cuarenta y nueve días, es lógico que necesites más dinero, claro... -su madre se peina el pelo nerviosa.

-Mamá, tranquilízate. Todo va a estar bien.

-De acuerdo, cielo. Llámame en cuanto llegues a casa de la abuela de Sof. ¿Vive por el País Vasco, no?

-Sí, mamá. ¿Me dejas pasar? –le pregunta Cris, ya que su madre está interrumpiéndole el paso.

-Sí, sí. Pasa, pasa.

La chica camina pesadamente por el pasillo, arrastrando la enorme maleta tras de sí.

El día pasado, Cheeto les informó por un grupo de WhatsApp sobre qué tendrían que llevar. Así que está segura de que no echará nada en falta.

Al final, a la casa de Cheeto, van Rubius, Mangel, Alexby, Willy, Cheeto, Vegetta, Sandra, Sof, Eva, Marina y ella misma, Cris. Once personas en una sola casa. La que se puede armar...

¡Las ganas de Cris aumentan a cada segundo que pasa!

Cris llega a la entrada, donde le esperan su padre y su hermano. Se despide de ellos con un enorme abrazo y con un millón de besos. Luego llega su madre y también se despide de ella, prometiéndole una vez más que la llamará noventa y cuatro mil ochocientas sesenta y nueve veces.

Ha llegado la hora. Se va a la casa del País Vasco de Cheeto.

Mientras entra en el ascensor y se aplasta contra la pared, dejando espacio a la enorme maleta, piensa en todo lo que puede vivir en esa casa... ¡Puede ser el mejor verano de su vida!

Por fin, el ascensor llega a la planta baja. Anda por el portal y sale a la calle, pero no ve a los chicos.

Deja la maleta quieta y se apoya en ella. ¡Qué calor! Menos mal que se ha puesto esa camiseta básica blanca y esos shorts, sino se habría muerto de calor. Sus Vans blancas y su coleta alta terminan su vestimenta, así como dato.

La gamer del Starbucks (Fanfic Rubius) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora