Capítulo 20.

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-Rubius acude al rescate.

Mientras tanto, Cris ha vuelto a escalar la verja (con una insultante velocidad, impresionándose a sí misma) y se ha reunido con sus amigas. Las tres están sentadas en el mismo banco de antes y, mientras Sof y Sandra dialogan acerca de lo guay que sería conocer a Rubius, Cris se muerde las uñas muy nerviosa e ignorando a la conversación de sus amigas.

-¿Verdad que sí, Cris? –le pregunta Sof a Cris, dando por hecho que ha escuchado el resto de la conversación y que le responderá.

Sin embargo, Cris ni la mira y continúa mordiéndose las uñas y mirando al suelo.

-No va a llegar, no va a llegar... -murmura.

-¿Cris? –pregunta Sandra.

-¿Eh?

-Te decíamos que a ver si nos puedes afirmar que Rubius huele a Axe. Pero tú a lo tuyo... -le explica Sof.

-¡Voy a suspender! –estalla Cris- ¡Tenemos Inglés dentro de tres minutos! ¡Rubén no va a llegar!

-Y luego soy yo la que se estresa con los estudios... -suspira Sof.

-A ver, Cris, tranquilízate... Ya verás como sí que llega ¿vale? –la intenta tranquilizar la morena, Sandra.

Las dos amigas la intentan distraer a base de bromas, pero ella no está para eso. Nerviosa, se peina su melena rubia una y otra vez, y suspira una y otra vez también.

Y entonces, ocurre.

Suena el timbre que indica a los alumnos que tienen que entrar a clase.

-Mierda... -maldice Cris.

-Bueno, lo has intentado –sonríe su amiga Sandra.

-Oye, igual los trabajos de Inglés no eran para hoy y todo –intenta animarla Sof.

Pero Cris sabe que no es así. Va a suspender Inglés y sus padres... Sus padres la apuntarán a otro instituto. Lejos de sus amigas. Así le dijeron la pasada noche, cuando la vieron terminando su trabajo de Inglés a toda prisa.

"-En Inglés vas fatal... -le dijo su padre cruzándose de brazos.

-Cariño, ya recuerdas lo que va a pasar si vuelves a suspender otra asignatura importante, como inglés o matemáticas... -le dijo su madre.

Y sí. Ella lo recordaba perfectamente... El año pasado suspendió Matemáticas, y este año iba camino de suspender Inglés... Pero con todo el tema de Rubius y Willy... ¿Cómo iba a poder concentrarse? Y tenía que entregar el trabajo mañana...

-Me pregunto si el Instituto al que va la hija de la vecina tendrá buen Inglés... -reflexionó su padre."

Cris se estremece solo de pensar en tener que separarse de sus dos mejores amigas y de sus compañeros de clase. No, eso no va a pasar. Va a aprobar. Tiene que hacerlo. Pero... ¿Cómo lo va a hacer si tiene el trabajo en casa?

Sin poder evitarlo, una pequeña lágrima se asoma en cada uno de sus ojos.

-¿Cris, estás bien? –se preocupa Sandra.

Contempla como sus dos amigas la miran preocupadas y asustadas. No, no las va a preocupar todavía más con su asunto de cambiarse de instituto. No se lo merecen.

-Me ha entrado algo en el ojo –dice mientras se ríe nerviosamente y se seca esas lágrimas- Ya está. ¿Vamos? –les dice sonriendo.

Las tres chicas continúan andando hacia la clase de inglés.

Entran y se sientan en sus respectivos pupitres.

"Es el fin" –piensa Cris.

Mira hacia arriba y parpadea rápidamente, intentando contener las lágrimas. Un par de compañeros la miran raro, pero ella se limita a sonreírles sin más.

-Silencio –suena la voz de la profesora al entrar en clase.

Cris la contempla desolada, mientras la mujer se sienta en su mesa y ordena un par de papeles.

-Me tenéis que entregar los trabajos que van para nota. Y recordar que el que no lo haya hecho tiene un cero en la nota final.

Cris se hunde en su asiento y se tapa con las manos la cara. Estúpido trabajo. Estúpida profesora vieja y pelirroja. Estúpidas notas. Estúpido todo.

"Rubius, por favor... Por favor... Ven..." –piensa desconsolada la chica.

Observa como el resto de sus compañeros se levantan y dejan su trabajo en la mesa de la profesora. Uno por uno van entregando todos los trabajos y, finalmente, solo queda que lo entregue Cris. Al parecer, va a ser la única en suspender por culpa del trabajo.

-¿Cristina? ¿No ha hecho usted el trabajo? –la profesora se acerca a ella y la mira desafiante.

-Yo-yo... -tartamudea intimidada la adolescente.

-¿Usted?

Cris baja la mirada y nota como tiene un irremediable nudo en la garganta. Es hora de admitir que su esfuerzo de la noche anterior no ha valido la pena. De que la tendrán que cambiar de instituto...

Y justo en ese momento, llaman a la puerta. Cris suelta un suspiro aliviado, agradeciendo a la persona que, sea quien sea, esté al otro lado de la puerta.

-Marta, abra la puerta –le ordena la profesora a una compañera de Cris.

Ésta se levanta y abre la puerta lentamente.

Y es entonces, cuando Cris no da crédito a lo que sus ojos ven. Es Rubius.

-Eh, hola. Perdone, pero es que...

-¿Y usted es...? –pregunta la profesora de Inglés mirando de arriba abajo a Rubius.

-¡RUBIUS! –se le escapa a Sandra. Acto seguido se tapa la boca, completamente avergonzada. El chico le dirige una sonrisa encantadora que derrite a Sandra por completo.

-¿Rubius? –pregunta la profesora.

-Rubén, Rubén Doblas. Verá es que Cristina se había dejado su trabajo de Inglés en casa y yo, como buen amigo que soy, se lo he traído. Siento de verdad haber interrumpido la clase, pero es que lo considero un motivo importante.

-Entiendo, señor Doblas. Ha hecho usted bien.

Rubius sonríe, orgulloso de sí mismo. Camina entre los pupitres de todos los alumnos, que observan atónitos como su youtuber favorito está en esa misma clase.

Rubius sonríe nervioso a las miradas asombradas que se encuentra y, por fin, localiza a Cris. Respira aliviado y se dirige a su pupitre.

-A la siguiente no te voy a sacar de está ¿eh, muyaya? Toma –le da tres folios que están escritos por las dos partes y grapados entre sí.

Ella los coge, todavía sorprendida de que Rubius haya llegado. Rubius se inclina sobre ella y le da un beso en la mejilla. Susurra un "Luego hablamos" y se aleja del pupitre de la rubia. Pasa al lado de todos los compañeros de Cris, que lo miran con ojos brillantes. Decide decirles algo, antes de marcharse.

-Y, bueno. Sé que algunos seguís mis vídeos, así que espero veros a todos en la quedada de este sábado. Mirar mi twittah' sino os habéis enterado –se oyen unos murmullos en toda la clase e incluso a alguna se le escapa un gritito. Rubius se aclara la garganta y continúa- Un placer haber interrumpido esta entretenida clase –ironiza. Se oye una carcajada general y Rubius se dirige a la profesora- Un placer haberla conocido. Nos vemos.

Se despide con la mano y sale caminando tranquilamente.

Cris lo observa, con una cara de enamorada que no puede con ella. Su amiga pelirroja, Sof, la mira como diciendo "Ahí se va tu príncipe azul" y la morena, Sandra, le susurra:

-Eres la tía con la mejor suerte del mundo.

Cris se levanta. Nota todas las miradas clavadas en ella, como si todo el mundo esperara una explicación. Ella simplemente se sonroja, se coloca un mechón detrás de la oreja y le entrega su trabajo a la profesora, que está empezando a impacientarse.


La gamer del Starbucks (Fanfic Rubius) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora