Capítulo 35.

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-Flotando, como en una nube.

Rubius y Cris llegan primero a la casa de ella. Se despiden, acordando de que a las 18:30 han quedado, y Cris sube a su casa, llena de felicidad. Y de intriga.

¿Qué le tendrá su chico preparado? No lo sabe. Lo único que tiene claro es que está muy enamorada. ¡Dios mío si lo está! Se siente como una de esas chicas de 15 años con las hormonas por las nubes, con la cabeza siempre en los chicos y con cara de enamorada. ¡Y es qué ella está exactamente así!

Cris pulsa el botón del ascensor, piso 5. Llega y abre la puerta de su casa.

-¡Hola! –grita.

Resulta que ese mediodía no se va a tener que ir a comer al Starbucks. A sus padres les han dado unas mini-vacaciones y, en cuanto a su hermano mayor, Dani ya está de vacaciones.

-¡Enana! –su hermano mayor la besa en la mejilla.

Ella sonríe. Echaba de menos llegar a casa y que toda su familia estuviera en ella. Realmente no quiere distanciarse de su familia.

-Cariño, ¿qué tal? –es su padre, que está en la cocina sacando el pollo del horno.

Un olor a pollo recién hecho llega hasta Cris. Guau, huele realmente bien. Su padre siempre ha cocinado muy bien.

-¡Bien! –le grita mientras sube a su habitación.

Cris corre hacia su habitación para dejar la mochila.

Pero... Justo cuando va por el pasillo, choca con alguien. Y unos papeles salen volando.

-¡Mamá! ¡Perdón! –grita.

-No pasa nada –ella sonríe agachándose a recoger los papeles que se han caído.

-Espera, te ayudo –Cris se agacha también.

-¡No! ¡No! ¡Puedo sola! –le grita su madre.

Cris se sorprende mucho. ¿Por qué le ha gritado?

Nieves recoge los papeles a toda prisa y se marcha corriendo a la habitación que comparte con su marido. Cris se queda observando el pasillo por el que se ha marchado su madre. ¿Qué eran esos papeles que ella no ha podido ver? Porque para que le gritara así tenían que ser importantes...

Cris sacude la cabeza, dejando de lado esos asuntos. Se dirige a su habitación y lanza la mochila a la cama.

Muy lejos de allí, una chica con mechas rosasse muerde las uñas.

Natalia lleva ya varios días preocupada. Y es que la sospecha que tenía poco a poco se está volviendo real.

Camina de un lado a otro en su habitación. Sale de ella y va a la sala. El silencio que hay en su casa le oprime el pecho. Se siente sola, pero eso no es una novedad.

Coge su móvil y le manda un mensaje a Rubius.

Natalia: Rubén, ¿qué vamos a hacer?

Bloquea el móvil y espera su respuesta. Tiene miedo de lo que pueda contestarle. Tiene miedo de contárselo a Cris. ¿Cómo va a reaccionar si se lo cuenta?

Probablemente mal... Muy, pero que muy mal...

Volviendo al punto inicial, muy lejos de allí Cris baja las escaleras a toda prisa. Tiene hambre y desea comer ya.

Pero sobretodo está ansiosa por saber la sorpresa que le tiene preparada su chico. ¿Qué será? Tratándose de Rubius puede ser cualquier locura...

La gamer del Starbucks (Fanfic Rubius) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora