La gamer del Starbucks (Fanfic Rubius) [EDITANDO]

Capítulo 28.

-La quedada.

-Anda, mira. Parece que se está despertando... -dice Sof.

Rubius parpadea pesadamente. Enseguida una luz le ciega completamente. Logra abrir los ojos y ve las caras de Sandra y de Sof enfrente suyo.

-Qué cojones... -susurra, aún dormido.

-¡Muy buenos días, bello durmiente del señor! –lo saluda Sandra.

-Son lah 15:30. Dehpierta ya, Rubiuh –le indica Mangel.

-¿Las 15:30? ¿Ya, tan tarde?

-Sí, Rubius –asiente Sof.

Rubius bosteza y se levanta. Como la sala está al lado de la cocina y la mayoría de los presentes están en la cocina haciendo la comida, Rubius siente que todos le miran cuando se levanta. Además, es el único que va en "pijama" (pijama que consiste en la camiseta de AC/DC y los pantalones).

Rubius coge su ropa y va al baño a cambiarse, sin dirigir palabra a nadie. Tiene sueño. Él quería dormir más. No es justo.

Se viste y sale, después de echarse un poco de agua fría en la cara. Su pelo está despeinado, lo que le da cierto aire sexy.

-Buenoh díah –sonríe Cheeto.

-De días nada. Ya estamos en la tarde –informa Cris.

Rubius mira a Cris, intentando saber si ha sacado alguna conclusión de lo ocurrido esa misma madrugada a las dos. Ella parece no recordarlo o ignorarlo. Es la Cris de siempre.

"No le importo una puta mierda. Soy su ídolo. Y hasta ahí" –piensa apenado el chico.

Va a la cocina y le llega rápidamente un olor a quemado.

-Eh, tíos... -llama a los demás- aquí se está quemando algo...

-¡El pollo! –grita Cris.

La chica corre hacia el horno y lo abre. Un gran humo negro le tapa la cara y le hace toser. Efectivamente, el pollo se ha quemado.

-Eso no creo que se pueda comer... -dice Rubius señalando la bandeja que ha sacado Cris del horno. En ella se aprecian trozos quemados de algo que en sus mejores tiempos fue un pollo.

-Y que lo digas... -suspira Cris. Luego se dirige a los que están en la sala- ¡Chicos, nos hemos quedado sin comida! –los avisa.

-No me jodas... -maldice Sandra.

-Pueh eh verdah –dice Cheeto contemplando lo que ha quedado del pollo.

-¿Pedimos al chino? –propone Cris.

Rápidamente a la chica le vienen imágenes de cuando estuvieron ella y Rubius en casa de este último. Cenando comida china por supuesto. Sonríe, recordando aquella bonita noche.

-Willy, willy, willy, willy –Rubius hace de Ust. No ha podido evitar mencionar a Willyrex cuando ha oído "chino".

Los demás ríen, excepto Cris. Ella no está para bromas, está preocupada. ¿Qué van a comer?

-¿Qué hacemos? –pregunta Sof.

-¿Sobró pizza ayer? –pregunta Sandra.

-¡Sí! –exclama Cris.

Va al frigorífico y comprueba que, efectivamente, sobró... ¡Una pizza entera! Claro, como había oferta, los jóvenes no se pudieron resistir a coger una pizza de más. Y les ha salido bien la jugada.

-Una pizza para los seis. Suficiente. Y si eso picamos patatas, que también sobraron –sonríe satisfecha Cris.

-¡Daaaaamn! ¿Comemos ya? Me suenan las tripas... -dice Rubius.