8. Escape

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Estaba en una ciudad grande, mis vacaciones antes de ingresar a mi último año de colegio. ¡Al fin!
Estaba más cerca de ser libre, ser independiente e irme de casa.

Hermosa ciudad, muy diferente al pueblo donde vivía. En ese lugar conocí a tres jóvenes bastante frescos. Enseguida nos empezamos a llevar bien, cada noche salíamos a sentarnos frente al portón del departamento de mi prima. Había una tienda, dónde la Colorada ayudaba a su abuelita. Y a unas cuantas casas de allí, vivía Lucas y Cristóbal.

Mi prima nos cuidaba pero era más permisiva. De vez en cuando salía a revisar que hacíamos, pero solo necesitamos unos cuantos minutos sin supervisión para desordenarnos.

Sentía tanta libertad en ese lugar, nadie me conocía. No necesitaba fingir quien no era, a nadie le importaban mis problemas. No era la pobrecita que tenía un padre violento. Ellos también tenían problemas, parecía haber entrado a una especie de pandilla. Lucas fumaba cigarrillo, y se vestía como uno también.

Aunque habían muchos momentos de risa, en ocasiones recordaba mi condición y mi semblante cambiaba. En ese instante Lucas se acercó a mi. Yo le atraía, así que jugó bien sus cartas.
Yo estaba vulnerable y solo quería olvidarme de todo. Una cosa llevó a la otra y terminamos besándonos. Lucas tenía un no se qué que me gustaba mucho; entre su acento serrano, su perfume, y las cosas interesantes que siempre tenía para decir. Era un gran distractor de mi realidad en casa.

Así pasamos varios días, salíamos. Conversábamos mucho, le acompañaba a recoger a su hermanito al jardín. (en ese lugar estaban a medio año lectivo)
Estábamos consientes de que no podríamos tener una relación, ya que en poco tiempo me regresaría a mi casa. Pero solo me dejé llevar por el momento.

Él era un par de años mayor que yo. Tenía más experiencia en muchas cosas y me sentía protegida por él. Hicimos muchas cosas que no debimos. Estábamos saltando demasiadas etapas en tan poco tiempo. Hasta había considerado tener relaciones sexuales con él.

Sin razón aparente a casi una semana ya de irme a casa, me dio un bajón muy fuerte. La ex novia de Lucas vivía cerca y le invitó a su fiesta de quince años. No podía explicar lo mal que me sentía. Otra vez, vinieron mis inseguridades, mis celos. Pensaba en mi físico, en que Lucas me iba a dejar. En qué me gustaría quedarme allí y seguir con él. En mi papá y en muchas otras cosas más. Empecé a llorar desconsoladamente, y no quería hablar.

A Lucas le pareció muy mal está actitud y me advirtió que no le gustaban los celos. Así que se enojó. No quería hablar conmigo por más que le rogase.

Al día siguiente, ya casi anocheciendo me encontraba en la tienda con la Colorada. Viendo como todos llegaban a la fiesta que estaba a dos casas de donde me encontraba. Lo vi a Lucas saliendo de traje. Pensé en lo peor: - ellos van a regresar, me va a dejar.

La Colorada se dio cuenta de mi situación y me brindó un vaso de cristal a escondidas de su abuelita. Yo estaba muy triste así que tomé ese vaso y enseguida le pedí que me regalase una menta o un chicle para disimular el olor, a lo cual no sé con que intenciones ella dijo: - te doy el chicle si tomas otro vaso . Yo tontamente accedí. En total tomé tres vasos, no tenía mucha experiencia con este tipo de alcohol, antes solo había probado sangría, canelazo y cerveza. Debido a eso, empecé a sentirme muy mareada, ya no podía hablar con fluidez, ni caminar derecha.

Lo siguiente que recuerdo es que desperté en el departamento de mi prima, y vomité a un lado de la cama. Mi prima me levantó a la fuerza y me llevó a golpes a la ducha. Me tiró agua helada, y fue entonces que se me pasó el mareo. En mi cama lloré amargamente y solo podía pensar en lo decepcionada que estaría de mi mamá, le pedía perdón a Dios una y otra vez. No pude dormir en toda la noche.

Cuando desperté, mi prima seguía enojada. Lavé todo lo que había ensuciado. No pude comer nada porque todo lo regresaba. Era fin de semana y no me llevaron con ellos a pasear al centro. Estaba castigada, y no es para menos. Hice un gran alboroto, luego supe los por menores. Cosas que no recuerdo hasta el día de hoy.

Me cuentan que al verme así Lucas se me acercó, y trató de ayudarme. Me dieron café cargado y me cachetearon varias veces para que reaccionara ( entonces entendí el dolor fuerte en mi cara) Me tiraron agua fría en la cara, y ni así. Comencé a gritar que amaba a Lucas y quería vivir con él. Le rogaba que no me deje. El estaba vestido de traje y lo vomité. Vomité la entrada de la casa, la cama, el piso. Y no dejaba de gritar que lo amaba. Hablé de los problemas de mi papá.

Hay muchas cosas que agradezco de ese momento. Primero que sucedió estando en casa de mi prima, no quiero imaginar que me hubiese pasado si estaba con personas extrañas, porque menciono nuevamente, no recuerdo absolutamente nada después de haber bebido. Y lo segundo es que no le dijeron a mi mamá.

No puedes imaginar la vergüenza que tenia al verlos a todos, los vecinos tenían un mal concepto de mi. Mi prima estaba decepcionada, mis amigos estaban molestos porque sus padres le regañaron. Todo estaba mal, muy mal. A la Colorada le dieron una paliza por haberme dado alcohol. Creé un gran disturbio en ese lugar. Me sentí como la enemiga #1.

No te mentiré diciendo que nunca más bebí alcohol, pero si ya no tome más en exceso, porque descubrí que no lo tolero. Es ilógico que hice algo que odiaba en mi papá, pude experimentar en vivo que es perder la conciencia por completo. Hacer un escandalo y lastimar a quien no debía. En mi opinión no necesitamos beber, no trae ningún beneficio.

Me fui de allí, seguí en contacto con Lucas por un tiempo más, hasta planeamos fugarnos. Pero estando en casa recapacité sobre esa idea. No podía dejar sola a mi mamá y mis hermanos. No me perdonaría si les pasaba algo. Así que escapar ya no era una opción. Mi mamá solo me tenía a mi.

Pronto llegó el momento de ir a mi primer día de clases del sexto curso. Yo me sentía diferente, recuerdo bien que no solía ir nunca porque no se hacía nada. Pero me puse de acuerdo con Karen; si es la misma Karen que me manipulaba a todos para que me hicieran bullying. Yo no supe hasta este año que era ella detrás de todo. De hecho más adelante esta fue la razón por la que nos alejamos, luego te contaré como fue que ella lo confesó.

Como fue planeado, estuve en el lugar donde nos encontraríamos. Pero ella nunca llegó, ni me llamó para avisarme que no iría. Siento que era el destino, porque desde entonces hice amistad con Genny y se convirtió en mi mejor amiga. Ella me presentaría al que en el siguiente capitulo llamaré Poeta.

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ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora