Reconocí y pedí perdón, a todos. A mí amigo de la universidad, le dije claramente que no tenía intenciones de estar con él, sabía que él nunca había tenido una relación antes y que yo no quería lastimarle. Al poco tiempo comenzó a salir con una compañera; hasta el día de hoy están juntos.
A Aaron, el líder de la iglesia. Le dije que no, que mi aprecio hacía él solo era de hermanos. Agradecía que no me juzgara, pero quería estar sola. Le apoyaría en el duro momento que estaba pasando, pero sería todo. (El había tenido una relación con una chica mucho menor que él, de manera oculta. Ésta chica lo hizo ver cómo un depredador. Lo pusieron en disciplina, pero no lo tomó con humildad. Veía enemigos por todos lados, estaba enfermo emocional y espiritualmente. Cómo no me juzgó, tampoco lo hice a un lado)
A mí jefe le puse las cosas claras, no estaría con él. Si compartíamos el dolor de la traición. Había cierta atracción, pero eso no era suficiente. No iba a dejar que me use como un escape, cuando sabía muy bien que amaba a su esposa.
Y a Nick, le pedí disculpas y traté de no molestarlo más. Reconocí y me dolió perder la amistad con él. (Ahora que lo veo en perspectiva, mi gran error fue ponerlo en primer lugar, mi día se movía a su alrededor. Estaba pendiente a cada uno de sus mensajes. Mi devocional lo hacía antes, pero solo para poder estar con él toda la noche. Esto, estuvo muy mal)
Tiempo después, a Nick lo volví a encontrar en una vigilia en dónde irían jóvenes de todas las iglesias, iba a servir como músico. Yo traté en enfocarme solo en Dios, te lo prometo. Cerraba mis ojos y me propuse adorar. Imploraba perdón.
Quizás mi actitud hizo que me diera una segunda oportunidad, cabe recalcar que lo que teníamos era una amistad especial. Sabíamos que había un cariño, que había una pequeña posibilidad de que algún día algo pasara. El sabía de mi promesa de pasar dos años sola. Pero yo ya no quise ilusionarme, iba paso a paso.Nos acompañó hasta mi ciudad, se apareció en mi trabajo pretendiendo comprar algo. No sabes cómo me puse nerviosa. Fue bastante conmovedor, era su forma de decirme que pasaba por alto lo que hice. Esperó a que saliera de mi trabajo, lo acompañé al terminal. Pero no quiso irse aún. Cambiamos de planes, y fuimos s un parque de una ciudad próxima.
Acostados debajo de un árbol , conversamos de muchas cosas. Y él no dejaba de mirarme. Al momento de irnos, puso sus manos en mi rostro de una manera muy tierna y me dijo: Elizabeth, la quiero.
No dije nada, solo asenté con la cabeza.
Es importante mencionar que para este punto nadie sabía de nuestra amistad. Y quién pidió que esto sea así fui yo, habían muchas chicas que yo conocía que estaban interesadas en él. Pero profundamente creí que no era digna, y que las personas le juzgarían por estar conmigo. El único que sabía era Aaron.
Aaron, tenia muchos celos e impulsado por eso, acudió a Leti, su amiga y secuaz. yo ya había visto lo malvados que eran juntos. Se confabularon para muchas cosas, aunque hablaban en clave, yo era bastante sagaz como para saber de qué asunto se trataba.
Pronto el secreto sería revelado. Aaron le dijo a Leti, Leti a quien sabe cuantas personas más; pero su intención fue mala. Te preguntarás que tenia de malo ser amigos, absolutamente nada te diré. Pero yo fui a su casa, y el vivía solo. De hecho dormí con él, pero ¡Hey! No pasó absolutamente nada. Pasamos conversando toda la noche, y la ciudad era muy fría. Como dije antes, nunca tuve malas intenciones. Para mi él era un tesoro y tampoco veía malas intenciones de su parte. Al menos así creí.
Una vez que Nick se enteró de que muchos ya sabía, me reclamó. Le expliqué y ahora ambos teníamos un enemigo en común. Aaron el líder. El pianista me escribió para preguntarme si teníamos algo, lo negué y en realidad no mentí. Pero si evadí su pregunta. La hermana del pianista y su amiga, no se cual de las dos estaba interesada en Nick, pero también me preguntaron. De pronto había interés en conoce mi vida privada, cuando antes ni sabían de mi existencia. Sospechoso.
Esto puso tensa mi relación de amistad con Nick, pero aun así decidimos seguir hablando. Enserio me gustaba, tanto que no podía renunciar a él. Se dio la oportunidad de irme nuevamente a casa de Nick, pero esta vez mentí en mi trabajo. Dije que tenía diarrea.
Estando allá también pasamos viendo películas hasta tarde y nos quedamos durmiendo en la misma habitación. Pero ahora algo raro le sucedía con él. Se deba vueltas, me abrazaba y luego se volteaba. Luego se fue a dormir al piso, y hacía mucho frio. Tanto se movía que me fui a dormir a la habitación de a lado aunque me congelaba de frio.
Al amanecer extrañamente decidió irse a pasar con su familia en otra ciudad, y pues yo también debía regresarme en ese momento. Yo había planeado irme al siguiente día. Pero lo vi bastante incomodo. Debí hacerle caso, pero me enojé y alisté mi maleta. Ya saliendo me detuvo y decidió quedarse.Esa noche fuimos al centro comercial, me preparó unos tacos recuerdo muy bien. Y decidió comprar una piña colada, decía que tenia un porcentaje de alcohol muy bajo. Así que no le vi nada de malo. Recuerda que yo había tenido problemas con el alcohol antes. Entonces lo evitaba a toda costa. En esta ocasión, lo dejé pasar, él me aseguró que no era fuerte.
Llegamos a su casa, preparamos todo. Y de pronto, se le ocurrió la idea de que jugáramos cartas mientras tomábamos piña colada. Yo no sabía jugar bien, pero aprendí enseguida y le gané varias veces. Me empecé a marear, y decidí acostarme ya. De pronto me empecé a acalorar mucho, era muy raro ya que era una ciudad muy fría. Se me había subido el alcohol a la cabeza, no sé si a él también. Intentó hacer cosas que no quiero mencionar. Y yo bastante mareada empecé a hablar de más, le dije todo lo que me preguntaba, sin ocultar un solo detalle. Y supo de que le había mentido, no me habían dado permiso. Y otras cosas más. Después de eso vomité, me llevó al baño a limpiarme. Seguía muy mareada entonces, pero vi que limpió todo, se sentó a un lado y solo me observaba.
Al siguiente día pensó que yo no recordaba nada. Pero si, yo tontamente pensé que era algo que había pasado sin querer. Así que por mi lado yo estaba bien. Confiaba mucho en él. Pero él no estaba bien, y regresando a casa todo se acabó. El me pidió perdón, pero me culpó de todo. Me dijo que yo no me daba a respetar y que era fácil. Me dolieron sus palabras, porque nunca hice algo para seducirlo, nunca tuve la intención de hacer algo indebido. Lo prometo. Pero para él fue fácil verme como la culpable.
Quince días después de lo que pasó, me dice que tiene novia. Me la describió como una chica especial, e hizo énfasis en que ella nunca había tenido novio, y es más. Nunca había besado. Me di cuenta que al mismo tiempo que él hablaba conmigo, también lo hacia con ella. Pero eligió a la menos pecadora. No te imaginas lo mal que me hizo sentir. Mis esfuerzos fueron en vano, como fue posible que yo creyera que iba a ser digna de estar con un chico cristiano. Me vio como todos, como una fácil. Alguien con quien no tendría algo serio.
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Elizabeth
RandomÉsta es mi propia historia, tan real que te identificaras con ella. Nunca había abierto tanto mi corazón como lo hago aquí.