Mi miedo más grande es perder a mi mamá, siempre la he visto frágil, incapaz de defenderse. Ella eligió mal al hombre que decidió amar, y le costaría por muchos años.
La historia de como se conocieron mis padres pareciera ser el destino intercediendo. !Vaya que sí¡, El postrado en una cama luchando por sobrevivir a un terrible accidente, y mi madre sirviendo de enfermera; esto como favor a un familiar. Y una canción que adornaría el momento de su encuentro: Locos de Amor de Yordano. Sé que pudo haberle cautivado mi padre de mi madre, ella era muy hermosa. Pero ¡que rayos le vio mi mamá a él!; sigo sin entender.
Había muchas banderas rojas que mi mamá dejó pasar, como que el había tenido dos compromisos de los cuales había surgido 2 hijos de la primera relación y una hija de la segunda. Y la ultima estaba embarazada cuando mis padres se conocieron. No somos quien para juzgarles, pero en nombre del amor estuvieron juntos y resulté de esa unión.
A penas tenía once meses de nacida cuando mi mamá lo abandonó, ya no soportaba los maltratos y humillaciones. no solo de él, si no también de parte de la familia de mi padre. Ahora una madre soltera, luchando a diario por mantener a su bebé; la pequeña Elizabeth. Supe que en una ocasión dormimos en la banca de un parque. Estuvo en diferentes casas de hermanos de la iglesia donde congregaba, aunque el precio de hospedarse en su morada eran también humillaciones. Pero que otra cosa podía hacer mi madre, estaba sola.
Ella perdió a su madre cuando apenas tenia seis años de edad y luego a su padre a los trece. Para una niña que se sentía abandonada, ser humillada por las personas a su alrededor no era nada nuevo. No sé en que momento de su vida entrega su vida a Cristo, pero al conocer a mi papá fue desaprobada por la congregación y juzgada por tener en su vientre "El fruto del pecado". Tanto tuvo que soportar, que en lo único que podía refugiarse era en su fe.
De ella aprendí que era hacer un pacto con Dios; cuando aún yo estaba en su vientre, sufrió el riesgo de perderme. El médico le recomendó interrumpir el embarazo. Al escuchar esto una hermana de la iglesia, le recomendó un médico cristiano. Él como todo buen creyente no desaprovechó la oportunidad de mencionar su fe. Ese día oraron por mi, y en esa oración mi mamá pronunció lo siguiente: -Señor, si tu permites que mi bebé sobreviva. Te prometo que te va a servir toda su vida.- fue el pacto que hizo con el Señor.
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Tenia catorce años, todo lo que sabía de Dios era a través de mi madre. En mi habitación, sola enfrenté una noche muy angustiante. Mientras sostenía en mis manos y secaba mis pesadas lagrimas con una blusa que contenía el olor de ella. Acudí en desesperación a ese Dios que mi madre conocía, pero del cual yo huía. Aún así tuve la osadía de hacerle una petición - Si permites que mi mamá sobreviva a esta operación, te prometo que a mis dieciocho años te seguiré.
No recuerdo en qué momento pude conciliar el sueño, mi ultimo recuerdo de esa noche fue haber estado llorando sin parar. La sola idea de perder a mi madre, hasta el día de hoy me asusta muchísimo. Y eso que ya he perdido a dos personas en mi vida. No sé cuanto más pueda resistir mi corazón.
La operación de mi madre fue un éxito, pasaron los años y yo olvidé mi promesa. No sé que planeaba hacer durante esos cuatro años de plazo antes de seguirle, en mi cabeza ese sería el tiempo suficiente para poder perdonar a mi padre. Pero, vaya que hice cosas malas en ese tiempo.
Solo hay algo bastante curioso que me pasó justo en ese tiempo. Dejé de escuchar en mi oído de lado derecho desde entonces. Sin razón aparente.
Hay tanto que deseo contarte...
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