He omitido hablar de Armando en todo el relato anterior, porque quería dedicarle un momento.
Él estuvo conmigo desde que me terminó Dan, y en todos los momentos duros que me ocurrieron después. Fue mi consejero, me escuchaba. Nunca sentí que me juzgara. Se convirtió en mi mejor amigo, en serio le llegue a tener un gran aprecio.Le contaba todo a él, pero había algo extraño en nuestra amistad. Él estaba para mí, pero yo no tenía idea por lo que él estaba pasando. Nunca me compartía aspectos de su vida.
Hasta el momento en que su novia le termina, fue que empecé a escucharle más sobre sus problemas. Se abrió más.
A mí me había gustado mucho antes, ya lo había mencionado en capítulos anteriores. Pero con la aparición de Nick, y el hecho de que tuviera novia. Luego pasó todo lo que pasó con Vicente. Me propuse, respetarlo. Verlo como un hermano.Jamás olvidaré que en una ocasión necesité hablar con alguien, viaje hasta donde él estaba y me escuchó. Esto cuando pasaba lo de mi jefe. Luego cuando pasó lo de mi hermano, y tenía mi crisis de no poder hacer la tesis, no le veía sentido; y se le ocurrió la maravillosa idea de que colocara el nombre de mi hermano en la dedicatoria, esto bastó para que me obsesionara con terminarla.
O cuando decidí terminar con Vicente y retomar mi relación con Dios, que no tenia ánimo para orar, ni mucho menos leer la biblia. El me llamó, leímos y oramos juntos. Este hombre valía oro para mi. Así que lo que me pidiera, yo lo hacía. Si era ayudarle con algo de la universidad, o cosas por el estilo. Lo hacía, yo le debía mucho más.
Traté de ayudarle a recuperar a su novia, era mi oportunidad de estar con él, como él conmigo durante todos estos años. Incluso le ayudé a corregir unas cartas que él le había escrito. Le puse mi toque. Estaba muy interesada en ayudarle a buscar su felicidad, enserio el sentimiento era genuino y desinteresado.
Al mismo tiempo que esto pasaba, comencé a hablar con él amigo de mi clienta a quien llamaré Goyo, todo el tiempo. Poco a poco empecé a descuidar mi devocional por chatear con él.
Mi amistad con Armando se hizo más cercana, se había enterado de muchas cosas acerca de su novia, lo cual le hacia cuestionarse si debían regresar o no. Y también tenia conocimiento acerca de Goyo.
Según yo, tenia claro una cosa. No estaría con nadie. No estaba lista.
Armando y yo hablábamos seguido en videollamadas, al verlo y pasar tiempo con él, hizo que lo viera diferente. Me estaba confundiendo. Enserio me daba mucho miedo, todo esto que estaba sintiendo. Recuerdo que para su cumpleaños, yo estaba aguantándome el sueño para ser la primera en felicitarle, esto lo hacía cada año. Pero esta vez era diferente, había alguien que siempre me acechaba; Goyo. Cuando le felicité a Armando, llegó a la conversación que estaba chateando con Goyo.
A este punto no sé que estaba haciendo, quizás usaba a Goyo para darle celos a Armando. No lo sé. Pero de algo estaba segura es que estaba confundida.
Quería saber si era la única que estaba sintiendo esto, así que orille a Armando a confesar que sentía por mi. Al final no sé si se vio forzado a decir que también le gustaba. En ese tiempo yo andaba soñada, llegué a la iglesia diciendo que ya había encontrado al hombre que había esperado todo este tiempo, y además era mi mejor amigo. Que otra cosas podría pedir. A mi mamá le encantaba.
Y cuando vio a visitarme a mi ciudad, aun más embobada andaba. Nunca había sentido tantos nervios, y creo que él lo notaba. Me ponía nerviosa su cercanía y aún mas su mirada. Traté de controlarme, pero me era imposible. Ese gesto lo vi tan bonito. odié que mi mamá se quedara y no entendiera la indirecta de que quería pasar tiempo a solas con él.
Pero aun había algo que él debía solucionar. Sus sentimientos hacia su novia o ex, aun no se había determinado bien. Yo sabía que aún la amaba, yo misma le ayudé a redactar esas cartas.
Hasta que un día Armando me dice que ya había terminado su relación como yo le había aconsejado. Él me dio a entender que yo lo motivé a eso, cuando la decisión de seguir con ella no era de él solamente, le dije una y otra vez que le apoyaría en todo. Pero que me hiciera sentir responsable de su decisión hizo que me asustara y mucho.
Quería que las cosas se dieran naturalmente, no provocadas por algo que yo dijera o hiciera. Además que él aun tenia su corazón comprometido, y yo merecía a alguien completo.
Me asusté, enserio me asusté. Tanto que tomé medidas desesperadas. Le presenté una lista de las razones por las cuales él y yo no podíamos estar juntos. Que estupidez. Buscaba que él respondiera a cada una de ellas diciendo que trabajaríamos en eso. Que lo lograríamos juntos, pero solo lo aceptó. Sin más. Ahora sé que a los hombres se les debe hablar claro, no tiene la capacidad de leer mentes.
Tenia miedo de enamorarme y convertirme en la misma que fui con Nick, la fácil. Que demostrara tanto mi cariño que lo dé por sentado. Tenia miedo obsesionarme y llenarme de celos por la distancia. Tenia miedo de que salgan todas mis inseguridades. No quería volver a esa situación a la que me había costado mucho salir.
Tenía miedo enamorarme, y que nuevamente rompan mi corazón. El corazón es demasiado frágil, en vano la biblia no menciona que:
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. Proverbios 4:23
No volvimos a ser los amigos de antes, me alejé porque no quería depender emocionalmente de él. De vez en cuando le escribo, aunque trato de no molestarlo.
Hace poco, trabajando en cerrar ciclos le escribí, era la última oportunidad para saber si aún sentía algo. Su respuesta fue: No se va a poder.Lo aposté todo en ese momento, y no me arrepiento de haberme alejado antes. Mis sentimientos hacia él eran fuertes, pero me amé más. Por primera vez me puse en primer lugar. Me lo debía. Y viviré con las consecuencias de eso.
Nunca sabré que hubiese pasado si no hubiese huido de él, pero si que él siempre será especial para mí.
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Elizabeth
RandomÉsta es mi propia historia, tan real que te identificaras con ella. Nunca había abierto tanto mi corazón como lo hago aquí.