32. Inspiración

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El objetivo de escribir era poder canalizar mis pensamientos acerca del hombre con el que pasaré el resto de mi vida.
Pero poco a poco se fue transformando en mis memorias, una especie de desahogo de mi historia jamás contada, o al menos solo por partes.
Aquí podía exponer mi vida, como nunca antes lo había hecho.

Se había convertido en un buen ejercicio,  hasta que ya no supe de qué escribir.
Prácticamente perdí la inspiración.

Estoy en un punto de mi vida bastante confuso.
Hay momentos en que amo estar sola, y la idea de mostrar mi fragilidad a alguien me aterra. Y por otro lado me gustaría enamorarme.

Soy adulta, y aun me asustan muchas cosas que parecerían ser sueños, cosas que anhelan. En mi, solo representan miedos.

Tengo miedo sobre mi, no quiero hacerle daño a nadie. Tengo miedo de ser una madre terrible, miedo de fallarle a mi esposo.

Miedo de que si formo una familia, no pueda ser el sustento de mi madre.
Miedo de no cumplir las expectativas de la nueva familia.

Ya ni siquiera sé quien soy, o quién debería ser.
Pareciera que ser yo está mal.
Este mundo está de cabeza.

Se supone que cuando me encuentres debo estar bien, pero ni siquiera me se cuidar yo sola.
Estoy tratando de cuidarme, pues en este momento mi salud podría verse afectada. Mi peso es algo de lo que debo encargarme.

Quien sea que lea esto, quiero que sepas que no soy extraordinaria.  Solo decidí contar mi historia,  porque si muriese nadie la sabría.

Creo que escribir esto detonó dolor en mi interior, sí,  el recuerdo de mi hermano. Hubo tanto que no pudo decirnos. Tanto que no hicimos.

Si muero no tendré un legado. Seré olvidada y mi historia no sería conocida.

Me duele el pecho, es tristeza. No puedo dormir y me siento sola.
Los únicos momentos en los que sonrió es cuando a mi alrededor hay gente feliz.

Como cuando veo un bebé, fija su mirada en mi y luego sonríe. Me extraña que ese bebé no se asusté al verme. Digo: que ve en mí que le hace sonreír. Siempre estoy amargada. De hecho cuando sucede ese tipo de cosas pienso en que es Dios.

Necesito inspiración para hacer muchas cosas. Para levantarme cada mañana, tener mi devocional,  hacer ejercicio.  Comer saludable, ser eficiente en mi trabajo. Ocuparme de mi negocio, la casa, la Iglesia y mis amigos.

Hay momentos en los que me siento muy agotada. Pero algo dentro de mi no me deja rendirme. Por eso es que sin duda creo que sigue siendo Dios. Porque si fuera por mi, ya me diera por vencida.

Perdí el foco de lo que deseaba plasmar en este capítulo,  había dejado de escribir por meses.
Pero si te sirve de inspiración,  sigo intentando no rendirme.
Ojalá pueda servir de inspiración al menos para una sola persona.

Mañana será otro día, una nueva oportunidad. Si bien es cierto, pero ya no se puede estar perdiendo el tiempo valioso en cosas que no valen la pena.

En mi caso, son los pensamiento.  Reproches del pasado, castigos que creo estar recibiendo, consecuencia de mis malas decisiones.

Vamos, no te rindas. Debes seguir, por tu familia, por quienes te aprecian. Y sobre todo por Dios que ha dado a su hijo por amor a ti.

¡No estas sola!

En conclusión,  seguiré buscando inspiración.  Anhelo lograr muchos sueños, aun sabiendo que al final la vida es corta. Pero quitando ese lado pesimista de mi. Quizás ya deba permitirme ser feliz, incluso aquí.

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ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora