CAPITULO 52 - PARA TU AMOR

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No podría haber oído correctamente.

¿Omar la había traicionado?

— ¿¡Qué!?

─ Vicky, déjame explicarte.

Ella se alejó de él y recogió su bata del suelo para ponérsela.

─ No quiero una explicación.

─ Fue solo una vez. Estaba molesto contigo y sucedió.

─ ¡Fuera de aquí, Omar! Podido

— Amor, perdóname, te juro que lo siento. No digo que te haga daño, pero hoy esta mujer me mostró unas fotos.

Victoria lo miró. — ¿Me estás diciendo por qué esta mujer te está chantajeando?

Omar no respondió y Victoria ya no quería ni oír su voz, se encerró en el baño esperando que se fuera.

Lunes, 4 de abril de 2005.

*Televisa*

César ya había ido a todos los lugares posibles en busca de su compañera de trabajo, pero no la encontraba por ningún lado, sabía que había llamado al mismo tiempo que él, pues grabarían juntos, pero ¿dónde estaba?

No quería preguntarle a nadie por ella, a veces era demasiado obvio que ya llegaba al canal buscando a una persona en específico. Por suerte para César, se encontró con alguien que podría preguntar.

─ Chava, ¿has visto a Vicky?

— Buenos días para ti también. Estoy bien, mi fin de semana fue genial.

César se rió. — Lo siento, buenos días, mi gran amigo.

— Tu buena amiga no vendrá hoy.

— ¿Por qué?

— No sé. Sólo me preguntó si podía cambiar su día libre.

─ ¿Le pasó algo a los gemelos?

— No me lo dijo, pero por su voz no sonaba como si estuviera bien.

─ Gracias, Chava.

Un César pensativo se dirigió a su camerino.

*PH Ruffo*

Victoria miraba dormir a sus dos hijos, cuando escuchó sonar el celular, entonces puso los ojos en blanco pensando que era otra llamada de su esposo, quien la llamaba insistentemente, pero ella no contestó, Omar había tratado de ir al departamento, pero Victoria lo amenazó con que si la buscaba, le contaría a toda la prensa sobre su traición y arruinaría su carrera política.

No había ido a trabajar ese día, porque no quería ver ni hablar con nadie, le bastaba con haber discutido con su hermana Gaby.

Gabriela la había acusado de hipocresía por estar tan dolida por la traición de Omar. Quizás Gaby tenía razón, no tenía derecho a sentirse tan herida por lo que había hecho Omar, pero en ese momento lo estaba y no podía aceptarlo.

Su celular sonó, se levantó para contestar y decirle a su esposo que dejara de llamar, pero era César.

— Hola. ─ Ella respondió.

— ¿Hola, Estás bien?

— Si estoy.

─ Salvador dijo que no te encontrabas bien.

─ Acabo de tener una cita.

─ Conozco tu voz. Si necesitas ayuda, sabes que puedes contar conmigo.

─ Estoy bien, César. Puedo creer.

─ Está bien, creo. ¿Vendrás mañana?

— ¡Si voy!

LA TEKILA - HISTORIA DE VICTORIA Y CESARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora