CAPÍTULO 35 - GUERRA FRÍA

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Una semana después de la discusión, el clima entre ellos solo empeoró. Un día Mejía no tenía auto, así que le pidió a Victoria que lo llevara a su casa, a lo que ella aceptó. Victoria conducía, en silencio, solo escuchando un cd de Laura Pausini que le había regalado su hermana Marcela.

— Entonces, ¿vas a decirme qué está pasando? — preguntó Mejía.

— ¿Dónde?

— Entre tú y César. ¿Por qué están peleando?

— ¿Y por qué tienes tanta curiosidad? — Ella sonrió, tratando de alejarlo del tema.

— No quiero que sufras, Vicky. Y César parece estar bastante enojado contigo. Me temo que...

— No necesita temer. Sé muy bien cómo tratar con César.

— Me parece que no.

— Bueno, eso es lo que estoy dejando parecer. — Victoria miró a Mejía, quien la miraba con incredulidad. — Le conté algo del pasado, pero él, como idiota que es, entendió todo de la manera que mejor le convenía. Pero luego se quedará peor que un cachorro suplicándome perdón. Así que está bien, puedes estar tranquilo.

— Eso es algo que no puedo. Creo que desde que ustedes dos volvieron a estar juntos, he envejecido unos diez años. — Victoria se río.

— Te juro que esa no era mi intención. Solo pretendo darle arrugas a César, se lo merece.

— ¡Eres terrible! Lo estás manipulando.

— ¿Pero como? No estoy haciendo nada. Todo lo que sucede o sucederá, él mismo lo buscó. — Victoria fingió un aire de inocencia.

— Solo, por favor, nunca olvides que no hay un solo culpable.

— Sí señor.

Victoria sabía muy bien que en esta historia ambos tenían la culpa.

Vivimi senza vergüenzaAnche se hai tutto il mondo controLascia l'appparenza e prendi ilsensoY escolta quello che ho qui en

— ¿Que música es esa? ¿Es Laura Pausini? — preguntó Mejía, subiendo un poco el volumen.

— ¡Sí! Es hermosa, ¿no? Mi favorita de este disco.

— ¿Cual es el nombre?

— No sé, esa es la tapa, mira.

Mejía tomó la portada y buscó el nombre de la canción. — Es Vivimi, ¿puedes poner otra vez? ¿Ya tiene una versión en español?

— No lo sé, pero no lo creo. ¿Cuál es el interés?

— Me llamó la atención. Y todavía no estoy seguro sobre el tema de la novela.

— ¿Cual és?

— Desde Mañana No Lo Se de Tiziano Ferro, ¿sabes?

— No lo sé, pero si lo elegiste, debe ser bueno.

— Sí, ya está regrabando para la telenovela.

— ¿Y por qué estás buscando otro?

— No lo estaba, hasta ahora. ¿Cuál prefieres?

— No he escuchado ese todavía, pero creo que elegiría el de Laura.

— Ya veremos... — Mejía seguía prestando atención a la letra de la canción.

*****

Y otra semana siguió de la misma manera, los protagonistas grabando otras escenas y sin encontrarse. Estaban tan aliviados de saber que no tendrían escenas juntos, lo cual no era cierto, tendrían algunas, pero Mejía como el gran padre en el que se estaba convirtiendo, decidió posponerlo para otra semana, donde tendría la esperanza de que ya podrían haberse entendido.

LA TEKILA - HISTORIA DE VICTORIA Y CESARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora