LA TEKILA - HISTORIA DE VICTORIA Y CESAR

CAPITULO 16 - CORAZON PARTIO

César seguía mirando a Victoria, quizás esperando alguna actitud por parte de ella, que le explicara lo que estaba pasando allí, o mejor, que aprovechara el momento en que estaban los tres juntos y dijera cuál era el verdadero hombre que quería, quería que hiciera cualquier cosa menos quedarse callada como estaba, su silencio lo estaba destruyendo, significaba que todo lo que estaba pensando era cierto, y a ella no le importaba negarlo, no le importaba lo que él estaba sintiendo, porque de lo contrario diría al menos una palabra, cualquier palabra para acabar con esa tortura que él estaba sintiendo.

Pequeñas lágrimas se agolpaban en sus ojos, pero respiró hondo y se contuvo, no podía llorar allí, y mucho menos delante de aquel hombre, nunca dejaría que le viera derrotado.

"Piensa rápido, César, tienes que salir de aquí".

César estaba tratando de pensar en algo, si ella no iba a decir nada entonces él tenía que hacerlo.

— Disculpa, no quería entrometerme. Sólo vine aquí porque... — César apartó la mirada tratando de encontrar una excusa. — Porque necesitaba tomar prestado tu texto, Victoria. — Añadió, mirando el texto sobre la mesa.

Victoria sintió que se le revolvía el estómago, que se le ponían las manos húmedas, sintió que se iba a desmayar, pero respiró profundamente, su subconsciente sabía que no era el momento adecuado, tenía que reaccionar, tenía que hacer algo, antes de que fuera demasiado tarde.

— Es que no sé dónde dejé el mío y realmente necesito revisar mis líneas para mañana. – Él se explicó.

Victoria aún no sabía qué pensar y mucho menos decir, sólo intentaba dejar de llorar.

— César... Yo... — Victoria intentaba hablar.

— Perdóname de nuevo, se suponía que estabas en un momento especial, discúlpame. — La ignoró por completo.

César casi salió corriendo por la puerta que seguía abierta con Omar apoyado en ella.

Omar seguía mirando a Victoria tratando de entender lo que había pasado allí. ¿Por qué lloraba así? Comprende que fue por su hijo, pero ¿por qué lloró aún más cuando llegó su amigo?

Desesperada por ver a César, Victoria no podía quedarse llorando mientras el amor de su vida se iba.

"Me pregunto qué estará pensando. Tiene que saber que le quiero y que no quiero a ningún otro hombre. Que quiero vivir con él para siempre, si él quiere".

Se levantó y no pensó en nada más, recogió el texto que estaba sobre la mesa y fue tras él, sólo le dijo a Omar que tenía que llevárselo y que no tardaría.

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Victoria miró el ascensor y vio que ya estaba llegando al terreo, decidió tomar las escaleras para ser más rápida, normalmente si bajara así se caería seguro, pero no puede decir cómo bajó y tan rápido, llegó al estacionamiento vio a César subiendo a su coche, corrió hacia él, sólo que ya estaba cerrado y fingió no verla.

— César, abre, por favor. — Golpeó la ventanilla del coche. — Por favor, César, te lo ruego. — Victoria comenzó a llorar de nuevo.

César, con la cabeza apoyada en el volante, trató de no oír las súplicas de ella desde fuera.

— ¡César, ándale! Tenemos que hablar, tengo que explicar todo lo que pasó.

— Sube con tu prometido, no tengo nada que hablar contigo. — Dijo, con dureza.

— Pero lo tengo, por favor, te lo ruego. No te dejaré ir hasta que hablemos.

Pensó durante unos segundos, tal vez ella tenía la explicación que él quería.