Lunes, 4 de julio de 2005.
*Xochimilco*
Todo el elenco se reunió para grabar la escena final de la telenovela, a pesar del clima caluroso, todos estaban de humor de celebración, era la última oportunidad para reunir a todos en el elenco, César estaba muy feliz, jugó con todos, hizo los chistes de que todos se habían acostumbrado en los últimos meses, pero faltaba la persona con la que más quería celebrar.
— ¿Has visto a Victoria? — preguntó César a uno del equipo.
— Todavía en el camper preparándose.
― Gracias.
César no quiso hablar con nadie más, se dirigió hacia el camper, tocó lentamente, toque característico que hizo que Victoria identificara que era él, pero la maquilladora fue quien abrió.
— ¿Victoria está ahí? ― Le preguntó.
— Sí. Dijo que puedes entrar.
César frunció el ceño.
"¿Sabía que era yo?"
Entró y Victoria estaba sentada frente al espejo, los dos intercambiaron miradas a través del espejo.
— Buenos días, señora Ruffo.
Ella sonrió. — Buenos días, señor Évora.
— Tengo una duda sobre una escena, así que tuve que buscar a su majestad.
Victoria se rió. — ¿Qué escena?
Lo vio mirar hacia arriba y luego hacia el maquillador, obviamente no tenía ninguna escena.
— Es la que vamos a grabar en el barco. ― Ella lo ayudó.
― ¡Eso! Pero no quiero perturbar tu orden.
— No, Mari ya terminó de maquillarme, ¿verdad? — confirmó la maquilladora. — Podemos revisar la escena.
César se metió las manos en los bolsillos, gesto que hacía cuando estaba nervioso.
— Mari, si quieres puedes tomar un café mientras tanto. — dijo Victoria.
— Voy a maquillar a Michelle y luego volveré.
― Todo bien. — Victoria miró a César. — Creo que es mejor que lo repasemos desde el inicio del matrimonio.
― Estoy de acuerdo.
César y Victoria repitieron la escena hasta que la maquilladora recogió todas sus cosas y se fue.
Victoria no pudo ocultar su risa, la cual fue escuchada por la maquilladora afuera, cuando César exhaló un enorme suspiro de alivio.
— No podía contener más mis ganas de besarte. ― Él dice.
— Confieso que yo tampoco. — Ella se levantó y se paró frente a él.
César no esperó más, la besó con todo el anhelo que sentía después de tan solo un día sin verla y Victoria respondió con el mismo anhelo.
― Hola, mi amor. — dijo César al terminar el beso.
― Hola, mi vida.
— ¿Estás listo para casarte conmigo por cuarta vez?
Ella sonrió y lo corrigió, como siempre. ― Quinta. Y lo único que falta es el vestido.
― ¿Quieres ayuda?
— ¿Quieres me ayudar a ponerme un vestido?
― ¿Porque no? Si soy tan bueno quitándolo, será perfecto.
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LA TEKILA - HISTORIA DE VICTORIA Y CESAR
Fiksi PenggemarLa Tekila conta la historia del amor prohibido entre Victoria Ruffo y César Évora, actores que se conocen protagonizando juntos una telenovela y cada día que pasa se acercan más, descubren intereses comunes, empiezan a disfrutar de estar juntos, has...