Solo yo podía tener tan mala suerte, solo yo me encontraba a mi ex en una librería y este pasaba de mi, solo mi ex volvía tras estar un tiempo sin dar señales de vida, ¡solo a mi me asignaban la casilla justo al lado de la de mi ex!
Si, efectivamente, al parecer al director le pareció que con estar en el mismo instituto no era suficiente, porque de todos los alumnos que estudiábamos en este instituto, me tenía que asignar a mí la casilla que está cuatro números antes que la de Adam. ¿Apenas tengo mala suerte, no creéis?
Para colmo, las cosas empeoran aún más cuando sabes que tienes un 99% de posibilidades de coincidir con él cada vez que vayas a tu casillero, y si, esta era una de esas veces y apuesto a que no sería la última.
Como era de esperar y al igual que ayer en la librería, Adam me ignoró y echó a andar hacia un pasillo que conducía al patio. No sé por qué, pero decidí seguirlo y ver que hacía.
Fue hasta el centro de aquel patio y se apoyo en una fuente que había, cogió su teléfono y marcó un número.
Decidí quedarme a la entrada del patio, tras un arbusto, pues conociendo mi mala suerte, era posible que si me acercaba más me descubriese, y lo único que me faltaba era que se enterase de que lo estaba espiando, pues yo me moriría de vergüenza, y para colmo, su ego se posicionaría mas allá de las nubes...
Pasaron varios segundos hasta que lo escuché hablar:—Bien, por ahora vas bien. Si sigues así, en menos de un mes nuestro plan habrá funcionado.
¿Nuestro plan habrá funcionado? ¿Con quién estaría hablando? ¿Que estarían tramando? Miles de preguntas invadían mi mente y me prohibían pensar con claridad, hasta que el timbre que indicaba la próxima clase sonó y me obligó a salir de mis pensamientos e ir hacia clases sin que mi ex se enterase de que había estado ahí, espiándole.
La siguiente clase pasó rápido.
En el recreo, mis dos mejores amigas y yo nos limitamos a sentarnos en un banco y fichar a los chicos nuevos. Alba nos habló de un tal Víctor que había llegado nuevo a su clase y Valeria nos contó lo bonitos que la parecían los ojos verdes de Álvaro, pero que sin duda lo que más bonito la parecía era su culo.—Jess, creo que ahora Val no va a salir de tu casa —Alba comenzó a reír.
—Eso parece, pero debo decirte que yo conozco mejor a Álvaro —o eso pensaba— así que puestas a que alguna de las dos vaya a tener algo con él, es mío —La saqué la lengua y comencé a reír.
—Yo le vi primero, así que es mío —contraatacó Valeria.
—Tú lo que viste y en lo que te fijaste fue en su culo, así que eso no cuenta.
Y así estuvimos un par de minutos más, 'discutiendo' con teorías absurdas a quien de las dos nos pertenecía. Obviamente, las dos sabíamos que lo hacíamos de broma, pero a ambas nos encantaba picarnos.
La verdad es que no me importaba que a Val la atrajese Álvaro, pues no creo que el quisiese tener algo conmigo y además, sabía que Val no sentía nada por él y que quien realmente la importaba era Carlos.
Carlos era un chico un año mayor que nosotras, era alto y bastante guapo. Valeria llevaba enamorada de él desde hace 3 años.
Gracias a que ella se enamoró de Carlos, yo conocí a Adam y unos meses después de conocernos, el y yo comenzamos a salir.
Aunque la verdad es que no se si puedo dar las gracias por eso.Todo comenzó hace 3 años, cuando Carlos y Adam, que son amigos, se acercaron a nosotras para preguntarnos si queríamos ayudar en la organización de la fiesta de fin de curso. Fue ahí cuando empezamos a conocernos y entre Adam y yo enseguida surgió algo, y poco después comenzamos a salir, pero entre Valeria y Carlos nunca llegó a pasar nada, es más, creo que él nunca llegó a saber de su existencia...
El pitido de mi móvil me sacó de mis pensamientos. Era un mensaje de Álvaro.
<< ¡Hola vecina! Hoy no puedo volver a casa contigo, pero... ¿querrías que quedáramos los dos solos esta tarde? >>
—Chicas mirad -les enseñé el mensaje— ¿Que le digo?
— ¡Que si! —gritaron las dos entusiasmadas.
Decidí hacerles caso y decirle que sí. Total, más que perder, ganaría bastante.
Además, me interesaba conocer más a fondo a Álvaro, pues sabía pocas cosas sobre él y de las cosas que sabía muchas de ellas me parecían bastante desconcertantes.
<< Vale. Por mi perfecto, nos vemos esta tarde. >>
<< ¿Creo que no hace falta acordar en que sitio quedamos no? (Guiño) >>
<< A no ser que no sepas donde vivo, no. >>
<<Tranquila que lo sé. Y si no, supongo que me habría sido fácil saberlo. >>
"Supongo que me habría sido fácil saberlo". ¿A que se referiría con eso? ¿Estaba insinuando que si no viviésemos en el mismo edificio aún así el habría podido adivinar dónde vivía?
Suspiré. No tenía ni idea, pero si algo tenía claro es que cada día me sorprendía más...
<< Hasta esta tarde fea. >>
<< Hasta esta tarde vecino. >>
— ¡Uoo! ¡Aquí huele a tonteo! —dijeron Alba y Val cantando.
— ¡Uoo! Aquí huele a que eso sobraba —dije mientras las miraba con mala cara— Sois unas cotillas —reí.
—No te lo vamos a negar, pero nos amas nena —Alba me guiñó el ojo.
Justo en ese instante, pasó Carlos, el amor platónico de Valeria, junto con... adivinad quien era... Sí, Adam, mí querido ex novio. Nótese la ironía.
—Un momento —dije dando una palmada para que Valeria dejase de mirar a Carlos y me prestase atención— Tengo una gran idea... —dije divertida.
ESTÁS LEYENDO
NUNCA ME VERÁS CAER
Teen Fiction¿Qué pasaría si una relación perfecta deja de serlo tras un trágico suceso? Mejor os lo plantearé de otra forma, quizá así la vida de Jess y de Adam os haya resultado un tanto extraña. ¿Qué pasaría si tu ex, tras más de dos años sin dar señales de v...