Volví a mirar a Alba, que seguía paralizada y sin poder parar de llorar.
La abracé, y sin que ella lo notase hice un gesto a Valeria y a Bárbara para que mirasen hacia la esquina de la calle en la que nos encontrábamos.Bárbara y Val miraron y yo lo hice con ellas. Alba también volvió a mirar.
Las cuatro podíamos divisar perfectamente como Raúl se enrollaba con una tía, a la que estaba segura de que las tetas le resaltarían más que la cabeza.
—Será imbécil —dijo Alba aún sin poder parar de llorar.
Si, no había duda. Nuestra amiga lloraba por Raúl.
Pero... ¿por qué?—Pf, bueno, mira el lado bueno, así no tendrás que terminar el plan —intenté consolarla.
—Y así evitarás el sentirte mal al tener que romperle el corazón —añadió Bárbara.
—Te ahorraras eso y además así podrás ir a tu rollo —continuó Valeria.
—La cosa no es esa chicas. Los papales han cambiado —dijo y yo la miré estupefacta, me temía lo peor—. Es él quien me ha roto el corazón a mí —terminó de decir Alba, confirmando así todas mis sospechas.
—Pe...pero, ¿por qué no nos lo dijiste?
—Por eso mismo. Vosotras ya me habíais avisado de que tuviera cuidado, que Raúl era un playboy y todas esas mierdas.
—Y es que lo es. Yo en eso tengo suerte, se que Carlos jamás me haría algo así.
Alba y yo miramos sorprendidas a Valeria. No solo porque aquello que acababa de decir no venía acorde a la situación a la que ahora nos enfrentábamos. Si no también porque una vez más, sabíamos que ninguna de las dos tendríamos el valor de contarle que Carlos era igual de idiota que Raúl.
—Tranquila —dije consolando a Alba que comenzaba a llorar de nuevo al ver que Raúl comenzaba a meter mano a aquella chiquilla.
—Si ya me lo decíais vosotras... Lo que empieza jugando termina gustando... —susurraba Alba una y otra vez.
—Pero... ¿te gusta mucho mucho o casi nada? —preguntó Val.
—Me encantaba, estaba, bueno y estoy, loquita por él.
—Puf, no creí que fuera para tanto.. Quiero decir, tampoco lleváis mucho quedando.
Alba negó con la cabeza.
—Es que la cosa viene de atrás —dijo ¿avergonzada? —. Desde siempre me he sentido atraída por él, solo que él era algo así como un imposible, por lo que nunca os dije nada.
—Si... —dijo Bárbara para que siguiera contando.
—Cuando en aquella fiesta se me presentó la oportunidad de vengarme por lo que la había hecho a Alice, pensé en tramar bien ese plan para que fuera un "arma de doble filo", puesto que sí, me vengaría de él, pero también me serviría para que pudiéramos pasar tiempo juntos.
Todas la mirábamos atónitas. Nunca imaginamos que pudiera sentir algo tan fuerte hacia Raúl. Y aún más, nunca imaginábamos que sería él quien la rompería el corazón a ella. Como habían cambiado las cosas de un segundo a otro, eh.
—Lo que le hizo a mi amiga era la mayor prueba para ver que me estaba equivocando pero aún así fui tonta y decidí no hacer caso, no haceros caso —continuó diciendo—. Cuando quedaba con Raúl me sentía tan bien, e incluso pensaba que él podía cambiar. Pero...
—Bueno ya —dije—. Nada de esto es culpa tuya, así que cuanto antes lo superes mejor.
Sabía de sobra que yo, la chica que andaba penando desde que su novio la había dejado, no era la más indicada para dar ejemplo en estos temas. Pero en fin, ¿qué iba a hacer yo? Si mi mejor amiga estaba sufriendo por amor y nosotras no habíamos podido hacer nada para impedirlo.
Pero el problema no acababa ahí, es más, el problema más bien acababa de empezar.
Si Alba había reaccionado así, no quería ni imaginarme cómo reaccionaría Valeria cuando se enterase de que Carlos, y nosotras, le estábamos mintiendo. Suspiré y decidí dejar de pensar en aquello, pues poco podía hacer ya.—Vámonos —le dijo Val a Alba, haciendo que yo saliera de mi "trance"—. Te llevaremos a tu casa.
Todas comenzamos a andar, menos Alba que seguía inmóvil.
—Es que... Para ir a mi casa hay que pasar por donde esta Raúl y yo... Yo ya no tengo ni fuerzas para eso —explicó.
—Tampoco creo que él se percate de ello —dijo Valeria.
Oh si, Valeria y su sentido del tacto para decir las cosas.
Por primera vez en este rato, Alba comenzó a reír, aunque de sobra sabíamos que ni ella misma podía engañarse.
Ella estaba peor de lo que nos quería hacer ver.Las cuatro empezamos a caminar a paso ligero hasta que oímos una voz que hizo que todas paráramos de golpe.
—Eh, chica patosa. Espera.
Me giré, al igual que mis amigas, para ver a quien se lo decían. Aunque estaba claro.
Bárbara se sonrojó y tras sonreír se acercó hacía Hugo que se encontraba a pocos pasos de nosotras.
—Creo que esto es tuyo —dijo Hugo cuando ambos estaban frente a frente.
—Pues si —dijo Bárbara—. Nos confundiríamos antes cuando... Bueno, tiré nuestros libros al suelo —rió nerviosa.
Bárbara miró hacia nosotras mientras Hugo la contemplaba.
Valeria hizo un gesto a nuestra amiga para que siguiera hablando con él.—Bueno pues... —intentó decir Bárbara, pensando en algo sobre lo que hablar— Qué calor hace, ¿no?
—Em... Esto... Yo estoy agusto —Hugo rió.
—Bueno... Adiós —se despidió Bárbara, quién echó a andar a paso ligero hacia nosotras.
—Adiós —se despidió Hugo ya en la distancia.
Cuando Bárbara llegó hacia dónde nos encontrábamos, estaba temblando y super roja.
—Así que hace calor eh —dijo Valeria riéndose—. Estamos en invierno, corazón —continuó diciendo—. ¿No había peor cosa que decirle?
Bárbara se encogió de hombros.
—Ya te he dicho que el hablar con chicos no es lo mío —se quejó.
—Y ya te he dicho yo que para eso me tienes a mí. Soy experta en pegar empujones —dijo Val mirándonos a todas con cara pícara y provocando nuestra risa.
—No tienes remedio —dijo riendo— Pero eh, ni si te ocurra.
Valeria refunfuñó por lo bajo y todas seguimos con el camino de vuelta a la casa de Alba.
Estábamos super cerca de Raúl y a punto de pasar por su lado, cuando Alba se detuvo de nuevo, otra vez.
— ¿Alice? —preguntó haciendo que la pareja se separara.
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NUNCA ME VERÁS CAER
Teen Fiction¿Qué pasaría si una relación perfecta deja de serlo tras un trágico suceso? Mejor os lo plantearé de otra forma, quizá así la vida de Jess y de Adam os haya resultado un tanto extraña. ¿Qué pasaría si tu ex, tras más de dos años sin dar señales de v...