—Creo que es obvio —respondió—. Fue un error muy grande eso de salir contigo. Y si crees que porque hayan pasado dos años he olvidado que mi hermano murió por tu culpa, no estás en lo cierto —masculló con ira.
Me limpié con disimulo las lágrimas que comenzaron a caer de mis ojos al oír aquello. Me había dolido.
De repente, el ascensor comenzó a hacer ruidos extraños de nuevo y por suerte, tras unos segundos comenzó a moverse.
Había comenzado a moverse justo a tiempo, pues no creo que hubiese aguantado mucho tiempo más con semejante idiota al lado.Salí del ascensor en cuanto las puertas se abrieron y entré rápidamente en casa de Carlos, ya que este nos esperaba ya con la puerta abierta.
Tras estar los tres sentados frente a un ordenador, comenzamos a hacer el trabajo. Fue algo complicado, ya que Adam siempre se oponía a lo que decía yo y proponía lo contrario.
Eran las nueve cuando decidí irme, ya que estaba cansada y se estaba haciendo de noche.
Quedamos en que mañana haríamos el trabajo a las seis y media en casa de Carlos de nuevo, ya que sus padres por las tardes se encontraban trabajando y nadie nos molestaría.
Me despedí de Carlos y me fui.Tras ducharme, cenar y hacer la mochila decidí acostarme, había sido un día difícil y agotador.
Me desperté a la misma hora de siempre y tras desayunar y vestirme salí de mi piso y esperé a que Álvaro saliera.
—Buenos días feo —besé su mejilla.
—Malos días, jo —se quejó e hizo un puchero.
— ¿Qué te pasa? —pregunté preocupada.
—Que no tienes por qué darme besos en la mejilla, ya sabes... —bajó la cabeza.
—Serás imbécil —reí y le pegué un codazo—. Me habías asustado bobo.
—No me vas a dar un beso, ¿verdad? —preguntó poniendo cara de niño bueno.
Me acerqué lentamente a su boca y deposité un suave beso en la zona inferior de su mejilla, muy cerca de su labio. Luego, me acerqué a su oído y le susurré.
—No.
—Mm... Eso no se hace. Ahora me las vas a pagar —Comenzó a hacerme cosquillas-.
—No, no, no. Pa-para por favor —dije como pude y sin parar de reír.
—Está bien, pero si paro quiero que me des un beso —me pidió y yo asentí.
Me acerqué hacia él y Álvaro cerró los ojos, cuando ya estábamos muy cerca y Álvaro tenía claro que lo besaría, me aparté y eché a correr escaleras abajo hasta llegar al portal y seguir corriendo por toda la calle.
De fondo tan solo se escuchaban mis risas, el ruido de los coches y varios 'eh, eso no vale' de Álvaro.
Paré de correr cuando apenas quedaban cinco minutos para llegar al instituto y ya estaba cansada. Álvaro venía persiguiéndome aún, hasta que se detuvo junto a mí.
Tras descansar un rato y recibir unas cuantas cosquillas más por su parte, seguimos andando hasta el instituto.Cuando llegamos entramos directamente a clase, ya que era tarde.
Después de tres aburridas horas, el timbre que anunciaba el recreo sonó y todos salimos corriendo al patio del instituto.
Me fui con Valeria al lugar de siempre y esperamos a que Alba viniera.
Cuando vino, no lo hizo sola.Venía junto con una chica más o menos de nuestra estatura, tenía el pelo color castaño y era algo morena.
—Hola chicas —dijo Alba dándonos dos besos a Valeria y a mí—. Esta es Bárbara, es nueva y es la chica que hará el trabajo conmigo —La chica sonrió tímidamente y nos dio dos besos a las dos.
—Encantada Bárbara —sonreí.
Pasamos todo el recreo hablando, Bárbara nos contó que era de Madrid y que anteriormente iba a otro instituto algo lejano de este pero que se había cambiado al nuestro porque en el suyo le hacían bullying.
También nos contó que la primera semana en este instituto había sido algo dura, ya que como llegó nueva no conocía a nadie y estaba sola. Por lo que nosotras la dijimos que a partir de ahora se vendría con nosotras.Bárbara resultó ser un encanto de chica. Sin duda nosotras tres estaríamos encantadas de que ella se juntara con nosotras.
—Chicas, ¿quién es ese chico de allí? —preguntó Bárbara señalando a un chico con el pelo castaño claro y de piel clarita.
—Se llama Hugo, va a mi clase —respondió Alba.
—Es muy guapo —Bárbara dejó escapar un suspiro y agachó la cabeza avergonzada.
— ¿Quieres que luego vayamos a hablar con él y te lo presente? —propuso Alba a nuestra nueva amiga.
— ¡Ni loca! Qué vergüenza —Todas reímos.
Cuando el recreo acabó nos despedimos de Bárbara y de Alba, y Val y yo fuimos a nuestra clase.
Las tres horas restantes de clases terminaron y yo volví junto con Álvaro a mi casa. Tras comer, hacer los deberes y estar jugando con Álvaro por Whatsapp a ver quien ponía el 'jajaja' más largo me fui a casa de Carlos.
Eran las seis y veinte y yo ya estaba llamando a la puerta del piso de Carlos. Aún no era la hora a la que habíamos quedado, pero poco me importaba, pues prefería esto a volver a compartir ascensor con "mi querido ex".Me senté en un sillón con Carlos y nos pusimos a ver la tele hasta que llegara Adam.
Aunque... Yo no hice mucho caso al programa, pues más bien me dedicaba a debatir en mi mente si preguntarle o no a Carlos porque estaba engañando a Valeria...Sin duda preguntárselo no era la mejor opción, pero aún así decidí hacerlo...
— ¿Por qué estas engañando a mi amiga Valeria? —solté de golpe y Carlos me miró sorprendido, sin duda no esperaba que yo lo supiera.
—Jessica, por favor, no digas nada —suplicó.
—La vas a hacer daño, Carlos —reproché.
—Pf, ya buscaré alguna solución. Pero es que... A mí Valeria me atrae, pero es que Sheila también y luego también está A... —lo miré sorprendida por lo que decidió no seguir nombrando a más—. Bueno, pues eso, dejémoslo en que ya encontraré alguna solución —dijo tranquilo.
Suspiré.
—Entiende que es mi mejor amiga y que me duele ocultárselo.
—Jessica, ahora en serio, yo sé cosas que tienen que ver contigo que sé que preferirías no saber, así que déjalo estar...
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NUNCA ME VERÁS CAER
Teen Fiction¿Qué pasaría si una relación perfecta deja de serlo tras un trágico suceso? Mejor os lo plantearé de otra forma, quizá así la vida de Jess y de Adam os haya resultado un tanto extraña. ¿Qué pasaría si tu ex, tras más de dos años sin dar señales de v...