NUNCA ME VERÁS CAER

Capítulo 17.

— ¿Insinúas que en realidad no fue a ver a su abuela si no a Sheila o a cualquier otra tía? —Pregunté, aunque intuía la respuesta.

—Eso me temo.

— ¿Seguiremos ocultándoselo a Val?

— ¿Qué quieres que hagamos sino? —Me miró dudosa.

—Supongo que tienes razón, puestos a que se tenga que enterar, cuanto más tarde mejor —dije y Alba asintió-.

Vimos que Valeria volvía hacia nosotras, por lo que cambiamos de tema.

— ¿Que podemos proponer este finde a los chicos para así seguir con mi plan de conquistar a Raúl?

—Mm... ¿Ir al centro comercial? —Propuse.

—Ey chicas, ya estoy aquí. ¿De qué habláis? —Preguntó Valeria curiosa.

—Buscábamos planes para este fin de semana. Tenemos que quedar con Adam, Raúl y compañía para que así Alba siga con su plan de conquista —Aclaré.

—Ah, ya está todo solucionado entonces. Carlos me ha invitado a una fiesta que hay este sábado en casa de un amigo suyo. Y si estoy invitada yo, también lo estáis vosotras.

—Oh no, otra fiesta no. ¿No os dais cuenta de que siempre que vamos a una fiesta alguna de nosotras acaba llorando, enfadándose, besándose con tíos que ni conoce o viendo en pelotas a algún salido? —comenté eufórica y reí.

—Vamos Jess, si sólo hemos ido a una fiesta. Esta no tiene porque ser igual —Alba puso cara de cachorrito—. Hazlo por nosotras.

—Está bien... Eso sí, ni se os ocurra dejarme sola con Álvaro —reí.

—Venga Jessica, estamos a martes y la fiesta es el sábado, me apuesto cinco euros contigo a que antes de la fiesta ya lo has perdonado y todo vuelve a estar como antes.

—Trato hecho —dije sonriente y di la mano a Valeria para 'simbolizar' que habíamos hecho la apuesta.

Pensaba ganar, quiero decir, no era de las que se lo ponían fácil a los tíos aunque estos me gustasen, por lo que el que Álvaro estuviera hablando con otra tía además de conmigo no lo iba a pasar por alto...

La campana que anunciaba el final del recreo sonó y me sacó de mis rayadas mentales haciéndome volver a las clases.

Las tres últimas clases pasaron súper despacio pero al fin sonó el timbre indicando que el instituto ya había terminado por hoy.
En estas tres últimas horas, Álvaro no me había vuelto a decir nada, aunque sus miradas ya lo decían todo.

Me despedí de mis amigas y salí del instituto sin siquiera prestar atención a Álvaro.
Llevaba unos cinco minutos andando cuando escuché a alguien decir mi nombre.

—Jessica espera —seguí caminando como si nada—. Jessica —Volví a ignorar aquellas palabras y continué andando—. Jessica, ¡escúchame joder! —me giré.

— ¿Qué quieres Álvaro? —pregunté seria.

—Dime por qué estás enfadada y te explico todo lo que tú quieras, pero dime el motivo para que tengas que estar así de borde y distante conmigo —resopló.

—Estoy borde y distante contigo porque no es muy normal que estés tan cariñoso conmigo y que me digas que te gusto para que luego a la primera de cambio te vayas con cualquier otra chica —dije gritando.

Álvaro me miró confuso.

—Yo no me he ido ni estoy ligando con ninguna otra chica.

—Si claro, ¿y qué es de esa perra con la que hablabas el otro día por Skype?