Estaba dispuesta a comenzar a tramar un plan que beneficiaría mucho a Valeria cuando el timbre que anunciaba el final del recreo sonó.
—Esta tarde pensaré bien mi idea y mañana os cuento —dije animada a mis dos mejores amigas.
—Agh, te odio. Me vas a dejar con la intriga hasta mañana —Valeria me miró apenada.
—Os lo contaría ahora, pero hay ciertas cosas de mi plan que no tienen sentido, así que primero dejadme buscárselo. ¿Mañana os lo cuento, si?
—Está bien. Y no te olvides de contarnos sobre tu cita de esta tarde con Álvaro —me pidió Alba.
—Descuidad, que no lo olvidare —reí.
Después de que las tres últimas clases terminaran, volví sola a mi casa. Pues, como Álvaro me había dicho en aquel mensaje , él no podría volver andando hoy.
Llegué a mi casa y tras comer, comencé a prepararme. Había quedado a las cinco y media y aunque aún tenía casi una hora y media para prepararme, decidí comenzar a hacerlo.
Tras probarme varios conjuntos, me decidí por un mono corto de estampado floral y me recogí el pelo con una coleta. Faltaban cuatro minutos para que el reloj marcase la hora acordada por lo que decidí bajar al portal. Cuando llegué abajo, Álvaro ya estaba allí.
—Vaya, estas guapísima —dijo y besó mi mejilla.
—Tú también lo estas —sonreí.
—Bueno... Y... ¿dónde quieres ir?
—Mm... ¿Qué te parece si vamos a por un helado a esa heladería de allí y después vamos a algún parque cercano?
—Usted manda señorita —respondió risueño y me guiñó el ojo.
Tras cruzar la calle y andar unos pocos metros llegamos a la heladería.
— ¿Que sabores desean? —nos pregunto la dependienta, que aparentaba ser, más o menos, de nuestra edad. Y que, por cierto, no quitaba el ojo de encima a Álvaro.
—Mm... Quiero una bola de nube y otra de menta, por favor —dije.
—Muy bien. Ahora mismo se lo preparo.
— ¡Estás loca! —me dijo Álvaro por lo bajo— Mezclar esos sabores debe saber realmente asqueroso.
—En realidad nunca lo he probado —reí— pero me gusta innovar. Siempre que vengo aquí me pido helados de varios sabores.
—Intuía que eras rara, pero jamás creí que hasta este punto —rió y me sacó la lengua.
—No soy rara, simplemente me gusta probar cosas nuevas. Te propongo una cosa: si tú te pides un helado de fresa con café yo hago lo que tú me pidas.
—Mm... ¿Lo que yo te pida?
Asentí.
— ¿Cualquier cosa? —insistió.
—Sí, haré cualquier cosa que tu me pidas.
—Está bien, acepto —me estrechó su mano y comenzamos a reír— Póngame un helado de fresa y café. Por favor.
—Marchando —Respondió la camarera y comenzó a preparar el helado mientras miraba con cara seductora a Álvaro.
¿Hola? Se había dado cuenta de que yo también estaba ahí, ¿no?
Tras pagar, caminamos hasta un parque cercano y nos sentamos a la sombra de un árbol.
—Mm... Pues en verdad esto no está tan malo...
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NUNCA ME VERÁS CAER
Teen Fiction¿Qué pasaría si una relación perfecta deja de serlo tras un trágico suceso? Mejor os lo plantearé de otra forma, quizá así la vida de Jess y de Adam os haya resultado un tanto extraña. ¿Qué pasaría si tu ex, tras más de dos años sin dar señales de v...