Alba y yo nos levantamos rápidamente y fuimos corriendo detrás de Val.
Las demás personas que se encontraban en el círculo se limitaron a mirarse unos a otros extrañados para después volver a integrarse de nuevo en el ambiente de la fiesta.
— ¡Agh! —Grité furiosa— La hemos perdido.
— ¿Qué hacemos? ¿Nos separamos?
—No creo que sea buena idea, son casi las dos de la madrugada y aquí hay demasiado borracho suelto.
—Tienes razón —me apoyó Alba.
Estuvimos más de quince minutos buscando por la planta baja de la casa. No fue nada fácil buscarla, la música estaba demasiado alta y había demasiada gente en la casa. A todo esto se le sumaban numerosos babosos que te paraban según ibas andando y te decían cosas estúpidas.
—Aquí no está. Subamos a la planta de arriba, a lo mejor está por alguna habitación —propuso Alba.
Subimos a la planta de arriba. En esta había ocho puertas, con suerte Valeria estaría tras alguna de ellas.
Las tres primeras puertas estaban cerradas con llave, por lo que fuimos a la cuarta habitación, esta si estaba abierta. Pero no había ningún rastro de Val.
En aquella sala solo se encontraba un grupo de gente jugando a algún tipo de juego tipo 'atrevimiento o verdad.'Fuimos a la quinta habitación y estaba cerrada, por lo que nos dirigimos hacia la sexta puerta.
Esta si se abrió. Aunque en cuanto Alba y yo entramos y nos encontramos con lo que estaba pasando ahí dentro, cerramos rápidamente la puerta muertas de vergüenza y empezamos a reírnos a carcajadas.
Dentro se encontraba Raúl, el amigo de Álvaro y compañía.
Este, estaba junto con dos tías semi-desnudas y supongo que no hace falta que dé explicaciones sobre lo que tenían pensado hacer, ¿no?—Vaya, el niño no pierde el tiempo —dije sarcástica y comenzamos a reír de nuevo-.
Fuimos a la séptima habitación. En ella había dos personas, aparentemente borrachas, que dormían sobre las camas.
Sólo nos quedaba una última habitación y nuestra esperanza cada vez era menor.
Nos encaminamos hacia la última puerta y la abrimos. Entramos en la habitación, estaba muy oscura por lo que usé la luz de mi móvil como linterna.
En esta habitación no había camas, estanterías o algo por el estilo. Tan solo estaba llena de cajas.—Puf, ¿y si se ha ido de la fiesta?
—Cómo no la haya llevado alguien o se haya ido andando es imposible. Espera —dije mirando al suelo y apuntando hacia este con el móvil— Acabo de pisar algo, ¿esta no es la diadema que traía Val?
—Tienes razón. ¿Y si está tras esas cajas?
Fuimos con cuidado hacia las cajas, y ahí estaba Val, con la cara apoyada en las rodillas y con todo el rímel corrido.
Nos sentamos junto a ella y la abrazamos. Era lo bueno que había entre nosotras, nos entendíamos aún sin tener que hablar.—Yo... Lo siento... —se disculpó Alba, tras estar varios minutos en silencio.
—No tengo nada que perdonarte —susurró Val— Fue Carlos quién te besó.
—Ya, pero si yo me hubiese apartado... —prosiguió Alba.
—Enserio, no pasa nada. La culpa es mía, sólo a mí se me ocurre enamorarme de un rompe corazones que solo va a lo que va...
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NUNCA ME VERÁS CAER
Teen Fiction¿Qué pasaría si una relación perfecta deja de serlo tras un trágico suceso? Mejor os lo plantearé de otra forma, quizá así la vida de Jess y de Adam os haya resultado un tanto extraña. ¿Qué pasaría si tu ex, tras más de dos años sin dar señales de v...