Capítulo 57.

30.5K 1.4K 503
                                    

Comencé a temblar al caer en la cuenta de la responsabilidad que me quedaba al responder a esta pregunta: si mentía para ayudar a Val, todos se acabarían enterando tarde o temprano, pero, si no mentía, Valeria moriría de pánico en cualquier momento.

Ante la duda, decidí no hacer nada y me limité a no responder. Esperando que, con suerte, se cansaran de esperar y prosiguieran el juego.

—Y bien... —insistió Marcos y yo comencé a ponerme aún más nerviosa.

— ¡Ninguna de nosotras está embarazada, jaja! —respondió Alba fingiendo una risa que hacía pensar de todo menos que fuera creíble.

—Esto... Exacto —dije intentando seguir a Alba—. Se trataba tan solo de una broma, pero la habéis descubierto demasiado pronto —mentí.

Marcos nos miró no muy convencido pero decidió no seguir insistiendo.

—Alba, te toca. ¿Verdad o atrevimiento?

—Mm... Atrevimiento.

—Atrévete a besar a Aaron.

Alba miró con rabia a Valeria, que acababa de decir aquello. Aaron, a quién pareció no importarle, se levantó de su sitio y se acercó hacia dónde Alba estaba sentada. Nuestra amiga se levantó y fue Aaron quien se encargó de acortar las distancias.

Tras aquel "pico", ambos volvieron a su sitio y aquel juego prosiguió con múltiples pruebas, tonterías y confesiones.
Cuando nos cansamos de jugar era ya la hora de comer.

Tras comer, los chicos salieron a dar una vuelta. Cuando nos aseguramos de que estábamos solas, Valeria se fue al baño a realizar el test de embarazo que Alba había comprado esta mañana.

—Pff, estoy nerviosa —nos dijo cuando llegó al salón dónde Alba y yo esperábamos.

—Si sale que sí, no pierdas la calma. Por duro que sea nosotras estaremos apoyándote.

—Y si sale que no —prosiguió Alba—. Esperemos que te sirva al menos de escarmiento y tengas más cuidado.

Valeria se limitó a suspirar y continuó temblando hasta que los diez minutos pasaron.

Se dirigió al baño a ver los resultados y nosotras continuamos en el salón.

Los minutos pasaban y Valeria no volvía, cosa que nos preocupó.

Alba y yo esperamos unos minutos más y después decidimos ir hacia el baño.

La puerta de este se encontraba entreabierta, y a través de ese pequeño hueco se podía divisar a Valeria.

Nuestra amiga se encontraba subida en la tapadera del váter, bailando y dándolo todo con alguna canción imaginaria.

Alba y yo nos adentramos en el baño y comenzamos a aplaudir, provocando que Val dejara a un lado su motivación y nos prestase atención.

—Creo que puedo intuir el resultado... —dijo Alba y yo reí.

Valeria bajó del váter y eufórica nos confirmó lo que ya intuíamos.

— ¡Ha dado negativo!

— ¿Negativo el qué? —chilló Marcos, que acababa de llegar a casa y nos había pillado a las tres por sorpresa.

—Nada, nada —contestó Val y tras coger el test de embarazo lo escondió tras ella.

— ¿Con que una simple broma, eh? —Dijo Marcos y Valeria se limitó a agachar la cabeza—. ¿Podéis dejarnos solos un momento? —Nos pidió el hermano de Valeria—. Tengo una buena charla pendiente con ella —añadió.

NUNCA ME VERÁS CAERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora