Takeshi despierta después del sueño provocado por Amy, pero no emite palabras.
Nos observa inmóvil, su rostro presenta una mirada triste, pero a la vez desafiante, como si no le importara las consecuencias futuras, incluso podría asegurar que ese rostro es el de alguien que podría enfrentarse a un ejército solo.
-Takeshi. ¿Te encuentras bien?. Le pregunto.
Seguía sin emitir sonido. Sus pensamientos, sus acciones, todo en él se sentía ausente. Así que hice lo que sentí necesario para llegar a él.
Lo abrazo fuertemente desde su espalda y lo aprieto hacia mí esperando darle esa seguridad que sentí él necesitaba.
De sus ojos comienzan a salir lágrimas que logran causarme un impacto tan grande que empiezo a cuestionarme si tengo o no que regresar a mi mundo. ¿Y si me quedo con él?. ¿Lograré ser feliz?.
-Takeshi. Respóndeme por favor. ¿Te sientes bien?. ¿Necesitas algo?. Dime por favor qué necesitas para sentirte mejor. Sé que sufres y si es por mi causa discúlpame, por favor.
-No Silky. No es tu culpa. Es solo que no había pensado en la posibilidad de que te vayas y no vuelvas más a verme. ¿Quieres en verdad eso?.
-No. Yo quiero estar contigo. Pero entiende por favor. Tengo familia. Tengo una madre amorosa y hermanos que necesito en mi vida. Si solo hubiera una manera en la que pueda estar contigo y a la vez con mi familia créeme que no me cuestionaría absolutamente nada.-Yo te necesito en mi vida Silky. No sé qué es esto que siento. Solo sé que no quiero que estés lejos de mí. Tú me das las ganas de estar vivo y mi existencia cobra un poco de sentido. Es lo que siento en este preciso momento.
Se me hace imposible aguantar las ganas que tengo de besarlo, lo tomo de la mano y subo a la primera habitación que veo.
Lo hice mío y a la vez él me hizo suya, la sensación fue un desborde completo de pasión y emociones concentradas en un instante. Cada caricia, cada gemido, cada beso, todo estaba en equilibrio.
El sabía lo que hacía y a mí me gustaba cómo lo hacía. La sensación de ser un solo cuerpo, mientras está dentro de mi ser me hace sentir deseada, querida, tal vez amada.
Después de un par de horas finalmente caemos uno a lado del otro y ya con calma podemos conversar sobre el destino de esto.
Trato de hacerle entender que debe haber alguna repercusión mi presencia en este mundo. Tal vez su madre conozca la solución a este dilema, pero aprendí que no es alguien con quien se pueda sentar a gusto a conversar sobre ese tema en cuestión.
Pero no hay otra manera, debemos buscar a Umeko. Solucionar de alguna manera el poder estar con Takeshi para que jamás vuelva a sentirse mal consigo mismo y pierda el control de sus emociones. Y de paso encontrar a Azariel, han pasado casi dos semanas y sigo sin saber de él. Ya es hora de encararla, la determinación de Takeshi es grande y puede que exista una posibilidad de desentrañar tantos misterios.
Aunque todavía teníamos dos grandes murallas custodiando la entrada a esa posibilidad. Ryu y Amy se hallaban resguardando las entradas de esta mansión haciéndonos imposible salir. Pero sé que de alguna manera, saldremos adelante con nuestra idea.
《Fin del capítulo 25》
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Silky, caída hacia el mundo irreal
Teen FictionHabía pasado ya un tiempo desde que me alejé de todo para refugiarme inclusive de mis propios pensamientos. La absurda monotonía de este gris mundo me asfixiaba poco a poco al punto de que el solo hecho de despertar me resultaba completamente agota...