Suenan explosiones en la zona urbana, vibraciones sacuden el suelo. Los habitantes confundidos no pueden hacer otra cosa más que huir, una sensación en el fondo de sus almas, ese instinto natural que les había permitido sobrevivir en los años de la guerra estaba impregnado en sus genes, su naturaleza les decía que no deben estar ahí, que se alejaran con todas sus fuerzas de ese lugar.
Afortunadamente, los agentes Komori habían llegado para ayudar a evacuar a los civiles.
Después de la conversación con Ryu, Asuka había recibido información de movimientos erráticos en la zona aledaña a "Vamps", por lo que priorizando la seguridad de los civiles, dejó de lado la petición de Yomi, a pesar de que Ryu le había pedido mantener la mentira.
-¡Vamos señores, evacuen a los civiles!. ¡No dejen a nadie atrás!.
-¡Sí, señora Asuka!.
-¿Quién está a cargo?. ¿Ya saben qué está pasando?.
Un miembro del equipo se acerca rápidamente a dar un reporte.
-Mi señora, al parecer cuatro vampiros están peleando en las terrazas de estos edificios. Sus estados liberados están causando que los humanos sientan miedo provocando que sientan la necesidad de huir.
-¿Identificaron a los infractores?. Esto es terreno neutral.
-Al parecer son dos chicas con armaduras con el símbolo real. El ex Príncipe Takeshi y nuestra jefa Abby.
-¿Abby está peleando?. Bien, trataremos de disminuir los efectos. Cerquen la zona y no dejen que ningún humano vea lo que pase. Usen habilidades ilusorias. Que ellos vean algún incendio o algo que evite que se acerquen al peligro. ¿Entendido?.
-¡De inmediato, mi señora!.
Mientras tanto Takeshi y Kuroi mantenían un intercambio de habilidades constante. Después de liberar su estado desatado la velocidad de Takeshi había igualado a la de Kuroi. Sin embargo, sus habilidades piroquinéticas evitaban que se acerque lo suficiente para darle un golpe definitivo.
-Jajaja. ¿El Príncipe basura tiene miedo de unas flamitas?. ¿Por qué mejor no te rindes?.
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Silky, caída hacia el mundo irreal
Ficção AdolescenteHabía pasado ya un tiempo desde que me alejé de todo para refugiarme inclusive de mis propios pensamientos. La absurda monotonía de este gris mundo me asfixiaba poco a poco al punto de que el solo hecho de despertar me resultaba completamente agota...