Había pasado ya un tiempo desde que me alejé de todo para refugiarme inclusive de mis propios pensamientos.
La absurda monotonía de este gris mundo me asfixiaba poco a poco al punto de que el solo hecho de despertar me resultaba completamente agota...
-Según el sensor, el laboratorio está en esta dirección. Según Amy, el cuarto donde Mirai tiene esos artilugios ritualistas debería estar justo al lado.
-Azariel.
-¿Qué pasa, Yomi?.
-No estamos solos.
-¿Escuchas algo?.
-Sí, escucho algo acercarse y siento que nos llevan observando un buen rato.
-¿Alguna idea de quién se trate?.
-¡Maldita sea!, ¡Corre!.
La inusual dupla corre apresuradamente adentrándose en las cavernas, alejándose un poco de su acechador.
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-¿Quién nos sigue?, es ella ¿Verdad?.
-Sí, es mi madre. Y continúa en ese estado con el que llegó la última vez.
-¡Rayos!. Así es imposible comunicarse con ella. Debemos llegar y destruir el lugar de los rituales para así terminar el control mental de Mirai.
-¿Cómo sabes que el lugar es para rituales?.
-Porque el rey piensa como yo y explorar la posibilidad de rituales en un mundo donde existen poderes y magia es algo que definitivamente intentaría.
-Bueno, continuemos de lo contrario ella nos encontrará.
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