Azariel se apresura hacia el cuarto de Takeshi. Aunque Takeshi sigue inconsciente, sus heridas están cicatrizando. Es evidente que se ha esforzado mucho.
La mera idea de que esto pueda afectar a más personas solo por él lo llena de rabia. Sin embargo, todo es por un propósito mayor. Si logra liberar a Umeko del control de Mirai, todo este esfuerzo habrá valido la pena. Incluso si eso significa que debe sacrificarse, lo hará. Si con eso ayuda a reparar las cosas en este fragmentado reino.
Después de un rato, Azariel regresa a la oficina de Umeko. Silky y Aiko ya están despiertas, y Joseph les había llevado un buen desayuno. Aiko se había ido a duchar para empezar el día con energía.
-¿Qué tal durmieron?.
-Fue reparador. Pero estamos preocupadas por Takeshi, no hemos sabido nada de él.
-Él estará bien. Es fuerte, no se preocupen por eso.
-¿Cómo lo sabes?.
-Es hijo de Umeko, no veo forma de que se de por vencido.
-Az, Te gusta la reina, ¿Verdad?.
-No creo poder negar eso, sé bien el control que ejercen sobre los humanos. Pero ya hace mucho que no la veo y aún así, siento que podría hacer cualquier cosa por ella.
-¿Se lo dirás?
-No, me encantaría decírselo. Pero las cosas en este mundo están mal precisamente por alguien que no pertenece a este mundo. Cuando haya logrado salvarla, tenemos que volver a Genji, ¿Lo entiendes, verdad?.
-¿Lo dices por Takeshi?.
-Lo digo por ti, sé lo mucho que ha sufrido tu corazón. Y sé que separarte de lo que sientes va a ser muy difícil.
-No quiero irme, eso es verdad. Si hubiera alguna forma de ir y venir de este mundo, lo haría.
*Empiezan a sonar las alarmas del club*
Aiko entra corriendo a la oficina.
-¿Qué pasa Aiko?.
-Azariel, ¡Ellas están aquí!, demandan que vayas con ellas.
-¿Yomi está aquí también?.
-Sí, el señor Joseph y la gente del club se están preparando para el ataque. No piensan entregarte.
-Lo sé y de ser posible, pelearé. No por mí, sino por el bien de Umeko y por el reino, no pienso darme por vencido.
Azariel come algo rápido y baja las escaleras en compañía de Silky y Aiko. Al acercarse a la puerta es detenido por Joseph.
-¿Señor Azariel?. ¿A dónde se dirige?.
-Quiero negociar con Yomi.
-¿Cree que es eso posible?.
-No, pero al menos trataré de que no lastimen al personal.
-La señora Umeko pidió que lo defendamos, señor.
-Lo sé y lo agradezco. Pero no pienso esconderme y permitir que lastimen a otros por mi causa.
-Ahora veo el porqué a pesar de su dura coraza, al hablar de usted, la señora se comporta como una niña pequeña.
-¿En verdad?.
Azariel se sonroja al escuchar eso.
-Y veo que no solo ella siente eso. ¿Verdad?.
Azariel no sabe qué responder, el solo pensar en Umeko lo llena de diversos sentimientos.
- ¿En verdad, Puede salvarla?.
-Lo haré Joseph, lo haré.
《Fin del capítulo 53》
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Silky, caída hacia el mundo irreal
Roman pour AdolescentsHabía pasado ya un tiempo desde que me alejé de todo para refugiarme inclusive de mis propios pensamientos. La absurda monotonía de este gris mundo me asfixiaba poco a poco al punto de que el solo hecho de despertar me resultaba completamente agota...