-¿No te cansas de intervenir en mis asuntos, verdad?. Amy.
Amy observaba con rencor al rey mientras analizaba cómo escapar de su encierro.
Tal parece que por intervención de su hermana, habían curado sus heridas para posteriormente llevarla a un calabozo hecho especialmente para ella, ya que virtualmente parecía no tener ningún tipo de filtraciones.
-¿Qué tanto buscas, Amy?. ¿Fisuras?. Jajaja. Esta celda está hecha especialmente para ti. Alguien con tus habilidades no podría estar en algún otro tipo de prisión. No intentes escapar ya que será un gasto inútil de energía.
-¿Qué es lo que planeas, maldito?.
-¿Planes?. Tú no tienes la capacidad para entender el alcance de mis planes.
-¿Para qué necesitas a Azariel?. ¿Qué le has hecho a mi hermana?.
-Quería a Azariel, ya que reconozco que podría ser útil alguien listo en nuestras filas dado que normalmente estoy rodeado de incompetentes. Pero debido a que se rehúsa con tanta vehemencia considero que estaría mejor bajo tierra donde no pueda interferir con mis planes. En cuanto a Umeko, no te diré nada. Vive tu encierro cuestionando el porqué debiste obedecer sin meterte en mis asuntos como siempre lo has hecho. Cuñada.
-Saldré de aquí y pondré fin a tu tiranía, desgraciado.
-Puedes intentarlo. Pero dudo que puedas. Y por cierto, lo olvidaba.
-¿Qué cosa?.
-Ese lugar bajo la biblioteca. Qué pésimo gusto tienes, he destruido esa puerta.
-¡Maldito!. ¿Por qué destruir mis recuerdos con Umeko?.
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Silky, caída hacia el mundo irreal
Подростковая литератураHabía pasado ya un tiempo desde que me alejé de todo para refugiarme inclusive de mis propios pensamientos. La absurda monotonía de este gris mundo me asfixiaba poco a poco al punto de que el solo hecho de despertar me resultaba completamente agota...