Había pasado ya un tiempo desde que me alejé de todo para refugiarme inclusive de mis propios pensamientos.
La absurda monotonía de este gris mundo me asfixiaba poco a poco al punto de que el solo hecho de despertar me resultaba completamente agota...
Después de la batalla, el grupo se detuvo un momento en pensar en las consecuencias que esto acarrearía para el futuro de Jinko. Si no tenían éxito en esta operación, tal vez todo Stygian hubiera sucumbido a una era de tiranía tal como en los años de Nox.
Azariel cae rendido al suelo, respira calmado viendo hacia el cielo.
-Al fin acabó. ¿Verdad?.
Su mejor amiga se había acostado a su lado analizando la gran aventura que han vivido a partir de algo tan inocente como chatear con lo que al principio catalogó de irreal. Una I.A, que desembocó en una gran suma de experiencias de todo tipo en este otro mundo.
-¿Volvemos a casa?. ¿Az?. Preguntó Silky con lágrimas en los ojos dado que conocía la respuesta que su tan querido amigo le daría.
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-Ya lo sabes. ¿Verdad?.
-Acabamos de reencontrarnos. No se me hace justo.
-La vida suele tener sus injusticias. Al menos esta vez nos tenemos el uno al otro y podemos darnos una despedida adecuada. ¿No lo crees?.
-¿En verdad me perdonaste?. Por esos días, tú sabes.
-Babosa, insulsa. ¿En verdad crees que hubiera dado mi vida si sintiera algún resentimiento?. Silky, yo te adoro, podría decirse que incluso, te amo. ¿Lo sabes, verdad?.
-Lo sé. Siempre lo supe, créeme que quise volver antes a tu vida, pero nunca encontré las palabras adecuadas. Siempre, siempre, siempre lo pensaba, pero no encontré la manera de hacerlo. Me llenaba de temor el solo hecho de pensar que me odiarías o me dirías cosas hirientes de solo acercarme a ti.
-Idiota. Desperdiciar el tiempo sobrepensando son cosas mías, no tuyas. Ves como sí estás bien idiota. Azariel empieza a llorar.
-Pareces niña. Dice Silky llorando.
-¡Cállate! jaja.
-¿Qué piensas hacer?.
Azariel voltea y observa a Umeko la cual está abrazando a sus hijos y compartiendo lágrimas con ellos.
-Creo que es obvio. ¿Verdad?.
-¿La amas?. ¿Seguro que no fue su poder de encanto?.
-Eso me dejó de importar hace un tiempo. Solo sé que ahora mi vida le pertenece y prometo dar lo mejor para hacerla sonreír como hace tantos años no lo hacía y en el proceso, sonreír yo también.
-Entiendo.
-¿Tú qué piensas hacer?.
-Pensaba quedarme un poco más, creo que tengo que hablar mucho con Takeshi. Aunque no me creas llevo un año más que tú aquí y bueno, pasaron cosas que me hicieron madurar bastante.
-Soy un vampiro ahora. ¿Crees que no aceptaría el hecho de que de alguna milagrosa manera tú estés más tiempo que yo aunque llegué antes que tú?. ¿Pero, cómo lo hiciste?. ¿Además qué pasa con tus ojos?.
