Había pasado ya un tiempo desde que me alejé de todo para refugiarme inclusive de mis propios pensamientos.
La absurda monotonía de este gris mundo me asfixiaba poco a poco al punto de que el solo hecho de despertar me resultaba completamente agota...
-¿Se van tan rápido?. La verdad aún tengo miedo. Dijo Aiko.
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-Tenemos una misión por cumplir, si no tenemos éxito, esto que pasó aquí podría repetirse en otros sitios importantes para nosotros. Es de vital importancia que al menos lo intentemos, además Azariel nos necesita. Respondió Takeshi.
-Por tu seguridad no te preocupes. He solicitado a más de mi personal que vengan a ayudar a transportar a los heridos y quien lo necesite hacia el edificio de mi familia. Ya están enterados de la situación y sabrán darles cobijo por un tiempo mientras se arregla esta situación.
A lo lejos se escuchaban sirenas de las ambulancias que combatían el fuego en el club. Con algo de suerte, la infraestructura aguantaría.
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Aiko aún preocupada, es consciente de que la señorita Komori tiene la capacidad financiera para cumplir lo que le está diciendo. Asiente y se despide de sus amigos no sin antes desear que salgan con vida de esta peligrosa misión.
Observando a Silky, le pide que se cuide mucho y que mantenga a salvo a Takeshi.
Silky siente mucha fuerza en esas palabras. Sentía que en verdad ese año de esfuerzo, aunque para otros no había pasado más de un día; habían servido para algo. Ya no era a la que protegían, se sintió capaz de proteger a alguien.
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