En su trono, meditando. El cruel rey veía cómo cada cosa se ponía en su lugar. Todo movimiento había sido calculado con anterioridad, desde mucho antes de llegar a ese mundo.
O al menos así era, hasta que esa variable se presentó, el bastardo de Azariel. Solo él podía poner en riesgo todo aquello que había planeado durante años.
Antes de conocer este mundo, su vida no iba más allá de un escritorio, en el que pasaba sus días desperdiciando su talento en un trabajo que carecía de emociones. Culpaba al mundo de interrumpir sus progresos y frustrar sus avances.
Nada lo podía sorprender, había perdido la capacidad de reaccionar ante las cosas nuevas dado que todo era tan aburrido.
Hasta que apareció frente a aquella niña por pura casualidad.
Otro mundo, un nuevo mundo con cosas maravillosas para sorprenderse y tanto por investigar.Ese breve encuentro lo obsesionó, más aún cuando ella misma lo regresó a su maldita realidad. No sin antes darle ese collar que en su momento, ayudaría a que ella lo encontrase en un futuro.
Pero, qué significaba el futuro, en un mundo aburrido como ese. Tiempo no era algo para perderlo en ese plano tan patético.
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Silky, caída hacia el mundo irreal
Подростковая литератураHabía pasado ya un tiempo desde que me alejé de todo para refugiarme inclusive de mis propios pensamientos. La absurda monotonía de este gris mundo me asfixiaba poco a poco al punto de que el solo hecho de despertar me resultaba completamente agota...