Había pasado ya un tiempo desde que me alejé de todo para refugiarme inclusive de mis propios pensamientos.
La absurda monotonía de este gris mundo me asfixiaba poco a poco al punto de que el solo hecho de despertar me resultaba completamente agota...
-¡Muevan esas camillas!, ¡Necesitamos espacio aquí!.
Aiko se encontraba administrando de la mejor manera posible los recursos que tenían en aquel subterráneo al que habían evacuado.
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Por un breve momento se cuestionó el no haber tomado la decisión de ir con el resto del grupo a donde sea que Amy los había llevado para “Hacerse más fuertes”, pero pensándolo mejor, este lugar en el que se encontraba ahora, era precisamente donde tenía que estar. La cantidad de heridos superaba la capacidad de atención médica que normalmente tenía “Vamps” y Aiko se desenvolvía muy bien bajo presión.
Aunque claro, lamentaba no poder pasar un poco más de tiempo con Takeshi. Tal vez esta distancia la ayudará a distanciarse de todos esos sentimientos que aún mantenía por él.
-¡Tenemos problemas!.
Miembros del equipo de seguridad Komori llegaron corriendo muy alterados. Con rostros de terror y preocupación.
-¿Qué sucede?, ¿Se encuentran bien?.
-Señorita Aiko, ¡tenemos que movernos de aquí, ahora!.
-Pero, ¿Qué es lo que ocurre?. Aún tenemos muchos heridos que no pueden moverse.
-¡Las consortes!. En las cámaras vimos que están arriba en el club. ¡Están destruyéndolo todo!. Parece que buscan la entrada al subterráneo.
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