Había pasado ya un tiempo desde que me alejé de todo para refugiarme inclusive de mis propios pensamientos.
La absurda monotonía de este gris mundo me asfixiaba poco a poco al punto de que el solo hecho de despertar me resultaba completamente agota...
Azariel, de pie frente a ellas. Se mostraba pensativo. Como si de alguna manera se sintiera capaz de hacerlo todo posible.
Observa a Umeko y a Silky, su velocidad de análisis se había incrementado notablemente.
Comprendió rápidamente lo que Umeko había realizado y por qué Silky aún permanecía allí.
-¿Ya no soy humano, verdad?. Preguntó.
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Silky llora temiendo que Az vaya a estar en desacuerdo ante la decisión que ella aceptó tomar para traerlo de vuelta.
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-¡No teníamos otra forma!, ¡Estabas muriendo!. En verdad lo siento, si no hubiera venido esto...
-Tranquila. Dijo Az dándole un fuerte abrazo.
-Pero.
-Permitiste que esto se hiciera para traerme de vuelta, pero fue mi decisión aceptar volver. No tienes por qué llorar por esto. Además, aún hay cosas de las que tenemos que ocuparnos. Dice Az mientras observa a Umeko.
-¿Azariel?. Yo...
-Lo sé, Umeko. No pudiste detenerte, tú eres tan víctima como la mayoría de personas que han tenido la desgracia de cruzarse con Mirai.
Azariel se acerca a una vulnerable reina que se siente muy culpable por cómo resultaron las cosas.
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