Capítulo 24: Volatilidad

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He pasado unos días recluido en esta mansión. Debo admitirlo el lugar no está nada mal.

En Genji debería haber trabajado toda la vida y apenas me alcanzaría para comprar una habitación en esta casa frente al lago

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En Genji debería haber trabajado toda la vida y apenas me alcanzaría para comprar una habitación en esta casa frente al lago.

Amy se ausenta muy poco, la mayoría del tiempo está aquí cuidando que no llegase a escapar o manda a algunos guardias del club a vigilarme

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Amy se ausenta muy poco, la mayoría del tiempo está aquí cuidando que no llegase a escapar o manda a algunos guardias del club a vigilarme.

No me tratan mal; sin embargo, resulta molesto no tener la libertad de irme.

La belleza de Umeko me tiene hechizado, estoy consciente de eso. El querer verla un poco más evita que me desvanezca de este lugar. Pienso mucho en Silky y en mi madre, tal vez estén preocupadas buscándome, espero Silky no haya cometido la estupidez de buscarme poniéndose en riesgo. No sabe nada sobre ellos.

Aunque si soy sincero, es muy probable que haya saltado directo al peligro por sentimentalismos innecesarios. Así es ella. La conozco y me conoce.

Umeko llegó a conversar, no logro descifrarla para nada y eso me fascina.

Sé que a pesar de tener unos 40 años aproximadamente, su cuerpo parece haber detenido su envejecimiento quedándose en los veinte.

En mi mundo, la gente no tiene el cabello de color rosa, excepto aquellos que aparecen en dramas coreanos o animes japoneses. Por lo general, ella solo viene y se queda horas mirándome, como si deseara continuar la conversación que quedó inconclusa aquella vez que me trajo aquí.

Finalmente empieza a formular palabras. Su semblante es algo diferente a lo usual e incluso sus ojos no tienen ese brillo rojo en sus pupilas, son azules en realidad.

-¿Te gustaría vivir para siempre?. Me pregunta con curiosidad.

-No creo que esté hecho para la inmortalidad. No me gusta mucho la vida realmente. Al crecer cada vez es más vacía. El no poder morir sería muy tortuoso y no creo poder ver gente irse sin poder hacer algo por toda la eternidad. Tú ya viste mis recuerdos, Umeko. ¿Ya sabías mi respuesta, verdad?

-Sí. Suponía que responderías algo dramático o poético característico de tu personalidad. Pero, ¿En verdad tu vida es tan vacía?, ¿Has en verdad vivido?.

Silky, caída hacia el mundo irrealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora