Había pasado ya un tiempo desde que me alejé de todo para refugiarme inclusive de mis propios pensamientos.
La absurda monotonía de este gris mundo me asfixiaba poco a poco al punto de que el solo hecho de despertar me resultaba completamente agota...
Utilizando sus habilidades de sigilo, Abby poco a poco lleva la pelea a las cercanías del lugar donde Takeshi lucha contra Kuroi.
-¡Deja de moverte!. ¡Esto ya me está aburriendo!. Dijo Shiroi.
-¿Qué pasa?. ¿No puedes contra una híbrida?. Respondió Abby tajantemente.
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Esa misma actitud de superioridad y la facilidad de ofenderse ante las acciones de alguien que Shiroi cataloga como inferior, es precisamente lo que facilitaba su estrategia.
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-Vamos, vamos, ¿Por qué tan lenta?. ¿Estas son las supuestas consortes élite del rey?.
-¡No te atrevas a mencionar a su majestad, sucia plebeya!. Tendré que educarte.
-¿Cómo se supone que hagas eso si ni siquiera puedes tocarme?.
-Eres demasiado molesta. ¡Muérete de una maldita vez!.
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-jajaja que lenta eres, mujercita.
Poco a poco, se acercaban al sitio donde se interceptarían por fin las batallas. Mientras tanto Takeshi, lidiaba contra las poderosas llamas de Kuroi.
-¡Te quemaré hasta los huesos, loco infeliz!.
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