-¿Entonces, qué haremos?. ¡Esto no se puede quedar así!. Dijo Alka.
Las cuatro consortes se habían reunido alrededor del cuerpo inerte de Mint.
Los sentimientos variaban entre el dolor, la ira y más que nada, venganza.
Todas se miraron y asintieron ante la promesa de vengar a su camarada caída.
Alka la levantó y entre todas prepararon un lugar para su descanso eterno.
En medio del bosque, Shiroi preparó una urna.
-Con este hielo su cuerpo jamás se deteriorará. Al menos podremos verla.
-Eso a ella le gustaría. Afirmó Jiro.
Kuroi y Alka la depositaron en su urna, la cual Shiroi selló con el hielo más frío que pudo concentrar.
La naturaleza alrededor de aquella urna, como si fuese consciente de lo que pasó con su más aguerrida protectora, formó lianas alrededor de aquel hielo perpetuo, evitando así que el sol le diera directamente.
Todas cerraron sus ojos frente a ella. Meditando por un momento sobre los difíciles años que han pasado, todas fueron llevadas al castillo desde muy jóvenes debido a sus habilidades especiales. Cumplían las órdenes de Mirai sin chistar dado que este había prometido recompensar adecuadamente a sus familias. Por eso, asegurando a sus familias en esos años de hambruna y desolación Postguerra aceptaron ese destino.
Alka apretó sus puños con tanta fuerza que se provocó un leve sangrado.
-¡Acabaré con Amy!. Así sea lo último que haga.
-¿Crees poder?. Mint peleó con ventaja de campo y aún así mira cómo terminó. Cuestionó Jiro.
-¿Somos desechables?. Preguntó Kuroi.
-¿Por qué lo dices, hermana?.
-Ese desgraciado solo nos dijo lo que pasó, pero ni siquiera intentó dar alguna palabra o mínimo un funeral acorde a alguien que sirvió por tanto tiempo sus caprichos de todo tipo. ¡Me causa indignación!.
*Alka abofetea a Kuroi.
-Somos las consortes. No preguntamos, no cuestionamos, solo obedecemos, esto lo hacemos por nuestras familias. ¿Lo entiendes o no, Kuroi?.
Ella con mucha ira en su desafiante mirada, asiente.
-Y entonces, ¿Qué sigue?. Preguntó Jiro.
-Iremos por ellos, todos ellos verán sus cabezas rodar frente a nuestros pies.
-Pero no sabemos dónde han ido. Nos dijeron que el club ha sido evacuado. Dijo Shiroi.
-Tengo una breve idea de dónde pueden estar, bajo tierra.
-¿Bajo tierra?.
-Una vez cuando era pequeña, vi unos planos de una habitación capaz de detener el paso del tiempo. Todos fueron derrotados y humillados por la señora Umeko según nos dijo la princesa. Creo que deberían estar en aquella habitación.
-¿Y sabes dónde está?. Cuestionó Kuroi.
-No, pero creo que sé por dónde empezar.
Todas dan una última reverencia a su hermana de armas y volteándose se alejan hacia su búsqueda de venganza.
《Fin del capítulo 72》
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Silky, caída hacia el mundo irreal
Teen FictionHabía pasado ya un tiempo desde que me alejé de todo para refugiarme inclusive de mis propios pensamientos. La absurda monotonía de este gris mundo me asfixiaba poco a poco al punto de que el solo hecho de despertar me resultaba completamente agota...